La familia del joven asesinado en Puente Duero en 2005 desea que el acusado "se pudra en la cárcel"

Actualizado: jueves, 26 abril 2007 14:12

El presunto autor, para el que se piden penas de 20 a 32 años, se encontraba en libertad condicional de una condena por otro homicidio

VALLADOLID, 26 Abr. (EUROPA PRESS TELEVISIÓN) -

La madre y la hermana de José Antonio S.L, el joven asesinado en un pinar del barrio vallisoletano de Puente Duero en enero de 2005, manifestaron su deseo de que el acusado, Ramón M.P., que en el momento del crimen se encontraba en libertad condicional de otra condena por el homicidio de una limpiadora en el bar 'Cuchus' de Valladolid, reciba la máxima pena posible y que "se pudra en la cárcel".

Elisa y Francisca López, hermana mayor y madre de José Antonio mantienen que desconocen cómo se desarrollaron los hechos, aunque creen que el joven fue torturado hasta la muerte. "Creemos que le metieron en un coche a la fuerza, y no creo que fuera sólo una persona. Él era un poco jijas, pero si sólo fuera uno se habría defendido", apuntó Elisa en declaraciones a Europa Press.

La teoría que mantiene la familia es que José Antonio fue obligado a subir a un vehículo por varias personas, que le trasladaron hasta las inmediaciones del barrio vallisoletano de Puente Duero, en concreto a un pinar situado a unos 600 metros del puente, en una zona solitaria y denominada 'El Monte Blanco'. Allí, el asesino extrajo de forma sorpresiva un cuchillo de un solo filo y una hoja de 2 centímetros de ancho y de entre 10 y 12 centímetros de largo con el que empezó a torturar a la víctima para que le revelara el número secreto de su tarjeta de crédito.

Ramón M.P., que aún no conoce la fecha para el juicio en el que se enfrenta a penas de entre 20 años y medio y 32 años de cárcel así como a una indemnización máxima de 350.000 euros, fue imputado en 1994 por el asesinato de una limpiadora en el bar 'Cuchus' de Valladolid, por lo que se le impuso una pena de 28 años, de los que había cumplido sólo once. Ahora se enfrenta además a una solicitud por parte de la acusación para que se le prohíba residir o acudir a Valladolid por espacio de 35 años.

"Si ha matado ya a una persona no tenía que haber salido de la cárcel", señaló Elisa López, mientras que su madre añadió que "ojalá que se pudra en la cárcel" y "que le castiguen todo lo que le tengan que castigar para que no salga en la vida". Elisa insistió en que si el acusado por el asesinato "sale de la cárcel algún día" no le importaría que "le hagan lo que le hizo" a su hermano.

CUCHILLADA MORTAL

Una vez obtenida la información, Ramón M.P, tras agarrar a José Antonio S.L. por el cuello, le asestó una última cuchillada que le entró por el tórax y en trayectoria ascendente le llegó casi hasta la boca, lo que le originó un shock hemorrágico que le causó la muerte. El fallecido, cuya identificación tardó dos días ya que carecía de documentación, aferraba aún en una mano un mechero cuando fue hallado en el pinar.

La familia conoció la triste noticia dos días después debido a los problemas para identificar a José Antonio. "La vida nos ha cambiado en todo, ahora ya no le tenemos y si hubiese sido una enfermedad habría sido más fácil de aceptar", lamentó Elisa, que recordó que, al ser la hermana mayor tiene mucho cariño a todos sus hermanos.

La investigación policial señala que José Antonio fue llevado por el acusado en su vehículo con la falsa creencia de que iban a mantener un encuentro sexual. Pero Elisa y Francisca no acaban de creerlo. "No sabíamos que fuera homosexual, había salido con chicas y tuvo dos novias. La primera noticia que tuvimos fue después de que murió", asegura.

Su supuesto verdugo, tras desembarazarse del cadáver y limpiarse los restos de sangre con un trozo de tela blanca, abandonó el lugar y se desplazó con su vehículo hasta distintos cajeros automáticos de entidades bancarias en la capital vallisoletana donde trató de utilizar la tarjeta del fallecido para realizar extracciones de dinero, si bien no logró su propósito porque la cuenta de éste carecía de fondos.

Tras el trágico suceso, miembros de la Brigada Judicial y del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional emprendieron una compleja investigación que incluyó entrevistas a un centenar de personas y la recogida de muestras en el lugar de los hechos, si bien no se logró identificar al supuesto responsable hasta nueve meses después.