Piden 14 años de cárcel para un vigués que violó a una joven tras amordazarla y atarla

Actualizado: miércoles, 12 febrero 2014 16:59

VIGO, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía y la acusación particular han pedido 14 años de prisión para Bruno M.P., de 29 años de edad, por los delitos de agresión sexual continuada y detención ilegal, después de que el acusado hubiera reconocido ante el tribunal que, en diciembre de 2012, amordazó y ató de pies y manos a un chica de 21 años de la que abusó sexualmente.

En el juicio, celebrado este miércoles en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, el acusado admitió que atacó a la víctima, a la que había contratado días antes para que realizase labores domésticas en su casa.

Según su propio relato, el día de los hechos, cuando la joven había acabado su trabajo y se disponía a marcharse, se dirigió a ella para decirle que estaba "encerrada" y que no podía irse. El acusado también reconoció que la golpeó, la amenazó "para meterle miedo", le puso un calcetín en la boca y la amordazó, y que la ató con cinta aislante, antes de llevársela a su dormitorio, donde abusó sexualmente de ella.

Bruno M.P. admitió las acusaciones tanto de la Fiscalía como del abogado de la víctima, que sostuvieron que, mientras agredía a la chica, le advertía de que no gritase ni se resistiese porque iba a ser "peor". Tras cometer la agresión, el acusado dejó a la joven atada en la cama, desnuda y tapada con una manta, mientras se iba a preparar la cena.

NOVIO

El novio de la chica, extrañado por no tener noticias suyas (el agresor le había quitado y apagado el teléfono móvil), se presentó en el domicilio. Al llamar al telefonillo, el acusado le dijo que su pareja ya se había ido, pero el chico escuchó los gritos de su novia y entró en el edificio.

Una vez ante el domicilio, comenzó a golpear la puerta, ya que Bruno no le abría. Cuando finalmente pudo entrar en el piso, la vio llorando, atada, desnuda por la parte de arriba y con los pantalones y la ropa interior a la altura de los tobillos. El novio testificó ante el tribunal que la chica le confirmó que había sido violada y que, en todo momento, el acusado presentaba una actitud "normal" y estaba "tranquilo".

"FRIALDAD" Y "MAQUINACIÓN"

En su informe final, tanto el fiscal como la acusación particular incidieron en la "frialdad" con la que actuó el acusado, al que atribuyen haber realizado una "maquinación para atraer a la víctima a su domicilio". "Premeditó su actuación", han señalado las acusaciones, que han apuntado que Bruno M.P. no tenía dinero para pagarle el sueldo a la chica por las tareas domésticas.

Asimismo, descartaron que los antecedentes depresivos del acusado, o su hábito de fumar marihuana hubiesen influido en su capacidad cognitiva o volitiva cuando cometió los delitos.

Por estos hechos, han solicitado que sea condenado a 10 años de prisión por agresión sexual continuada, cuatro años por detención ilegal, 14 años de alejamiento, y una multa de 240 euros, por haber hurtado dos euros del bolso de la víctima. La defensa se ha adherido a esta petición.

Además, reclaman que pague a la chica una indemnización de 100.000 euros por los daños morales ocasionados. De hecho, además de los hematomas por la agresión, la joven padece estrés postraumático grave con secuelas que afectan a su vida diaria, ya que no puede dormir, tiene miedo al contacto con los hombres, no quiere salir sola de casa y no es capaz de tener relaciones íntimas normales con su pareja.

OTRA DENUNCIA

Se da la circunstancia de que, según obra en la causa, el acusado ha sido denunciado también por su exmujer, por unos hechos similares a los que se han juzgado este miércoles.

Antes de que ocurriera la agresión a esta chica, Bruno M.P. habría tenido un episodio similar con su mujer y madre de sus hijos. Fuentes jurídicas han explicado que, entonces, retuvo a su esposa durante más de 24 horas, atada y amordazada, y abusó sexualmente de ella. La mujer logró convencer a su agresor de que la soltara con el argumento de que le quería y no le denunciaría, como así ocurrió.

Solo después de que se conocieran los hechos de diciembre de 2012, la expareja se decidió a poner en conocimiento de la Policía lo que le había pasado a ella. El abogado de la acusación se refirió a esa circunstancia e hizo un llamamiento a las víctimas y a los vecinos o personas que conozcan episodios de este tipo para que denuncien ya que, de haber sido así, se podría haber evitado el "sufrimiento" de otra chica.