MEXICO DF, 10 Jun. (OTR/PRESS) -
Cuando Steven Spielberg estrenó 'Tiburón' en 1975, un miedo generalizado -ya fuera o no racional- invadió las playas de todo el mundo. Los bañistas, temerosos, no se atrevían a adentrarse en el proceloso mar por miedo a que un enorme escualo les devorara. Ahora, gracias a las nuevas tecnologías, las cosas podrían ser diferentes.
Después de los repetidos ataques de tiburones en las costas del Pacífico mexicano, las autoridades han decidido actuar de la mano de la tecnología colocando transmisores a más de mil escualos para su localización vía satélite. Con esta medida, se busca alertar con más eficacia a los bañistas y a la población de la presencia de estos animales.
Dos surfistas muertos y uno herido de gravedad desde abril han dado la voz de alarma al Gobierno mexicano, que ha reforzado los controles y la vigilancia desde entonces. Pero ante el constante avistamiento de tiburones, se han decidido por implantarles chips que puedan ayudar a controlar sus desplazamientos a través de un seguimiento satelital. Las autoridades han hecho hincapié en que esta operación se hará con el máximo respeto a los escualos y que no se les hará ningún daño.
Los expertos señalan que el comportamiento de los tiburones no es normal ni en la zona ni en la época del año. Pero una vez más, el cambio climático suma protagonismo, al ser éste, según algunos, el factor que ha condicionado los ataques. El fenómeno meteorológico llamado 'La Niña' sería el causante directo del enfriamiento de las aguas del Pacífico, que altera el clima de la zona y que arrastra a los tiburones cada vez más hacia la playa.
Además del uso preventivo y de protección civil de los transmisores, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMAREN) aprovechará esta operación para la investigación y el estudio de los tiburones. La finalidad de será "saber cuál es el comportamiento de los tiburones y analizar sus patrones de alimentación y migración a las costas", según indicó al rotativo mexicano 'Milenio' el secretario local de la SEMAREN, Sabás de la Rosa.
