BARCELONA, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, ha instado este lunes al Ayuntamiento a compensar los barrios más afectados por el turismo --como la Barceloneta, la Sagrada Família y el Gòtic-- y a "prevenir los efectos negativos que este pueda tener sobre la ciudadanía".
Según un estudio de la Síndica cerrado en junio, estos barrios necesitan más ingresos "para poder introducir mejoras" y, en este sentido, ha recomendado al consistorio incrementar o disponer de la totalidad del importe recaudado por el impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos e instaurar fórmulas tributarias específicas que repercutan directamente en el Ayuntamiento, como el IBI o la tasa de recogida de residuos.
Vilà considera que Barcelona se tiene de dotar de un plan para planificar y regular el turismo, elaborado a través de un proceso de participación "amplio y transversal" y en base a datos objetivos.
La Síndica ha defendido una moratoria para todo tipo de establecimientos turísticos "hasta que se hayan podido establecer unos criterios basados en el interés común", como ha hecho el Gobierno de Ada Colau.
Ha planteado una regulación estricta de los pisos turísticos, con licencias "temporales, revocables y planificadas", y autorizar su ubicación prioritariamente en edificios exclusivos o en locales comerciales no destinados a viviendas.
CONDICIONES LABORALES
Defiende que la administración debe velar por unas condiciones laborales dignas en el sector turístico, para lo que le pide promover inspecciones laborales para detectar situaciones irregulares y, además, un compromiso de los empresarios del sector para generar empleo de calidad.
Vilà también propone impulsar un estudio en profundidad en este ámbito para valorar la dimensión de las externalizaciones del sector y sus repercusiones en materia de derecho laboral.
La Síndica pide al Ayuntamiento que facilite el acceso gratuito a la ciudadanía en los recintos municipales que son patrimonio cultural de la ciudad, como el Park Güell y el Castell de Montjuïc, "sin que tenga que ir en detrimento de las medidas de protección patrimonial que estos espacios precisan".
Considera que la limitación de acceso a estos espacios puede conseguirse por otras vías --limitando el número de visitas diarias, entre otras-- en lugar de cobrar la entrada, opción que cree que limita "el derecho a disfrutar de este patrimonio a la ciudadanía".
Vilà recomienda al Ayuntamiento escuchar a los vecinos para posibilitar la sostenibilidad del turismo y el equilibrio con las características de cada territorio, abordando cuestiones como la movilidad turística, la contaminación acústica --propone instalar mecanismos de control--, los usos del espacio público, la convivencia y el incivismo.
Pide garantizar la calidad medioambiental de la ciudad, pone especial émfasis en estudiar los cruceros que atracan en el Puerto de Barcelona, y publicar los resultados.
La Síndica decidió abrir en agosto de 2014 el estudio para abordar el impacto turístico, para lo que ha mantenido reuniones con concejalías, departamentos y distritos del Ayuntamiento, con sindicatos y gremios, entre otros actores vinculados al sector.
