ARENAL SOUND
MADRID, 12 Ago. (EPTURISMO) -
España se está consolidando como país de referencia en los festivales de música. Con cerca de un millar de eventos de música en directo, que se imponen a lo largo de todo el país, la música se ha convertido en un atractivo turístico más para muchos visitantes nacionales y extranjeros que han cambiado la ansiada hamaca en primera línea de playa por la pulsera abono de algún festival.
En los escenarios españoles, se puede encontrar durante todo el año, y especialmente en verano, a grandes artistas de todo el mundo que con su rock, pop, jazz, electrónica y hasta música folclórica, consiguen hacer vibrar a su público.
Los principales responsables de festivales como el BBK Live de Bilbao, el Heineken Jazzaldia de San Sebastián y el Primavera Sound de Barcelona, tres eventos que han aglutinado este verano a más de 350.000 asistentes y 440 bandas, coinciden: España es un referente por las bandas nacionales e internacionales que actúan.

Además, se añaden como atenuantes el clima, la gastronomía y la amplitud de horarios del país que según ellos, lo convierten en uno de los destinos musicales más atractivos de Europa, a la altura de otros países del norte con arraigada tradición en la celebración de estos eventos musicales.
Inés Arnal, responsable de la marca Heineken resalta el papel de la marca como impulsor de la música en vivo en España: "El panorama musical ha cambiado radicalmente, ya que antes teníamos que salir fuera de España para asistir a festivales y ahora somos el país de acogida y de referencia de las mejores citas musicales europeas", señala.
Festivales como el recién finalizado Arenal Sound, inundan las calles, los campings, las playas y los recintos deportivos de muchos municipios. En concreto, el Arenal Sound congregó en la localidad castellonense de Burriana a más de 300.000 asistentes de más de 30 países, una asistencia que, según publicó El País, tuvo un impacto económico en la zona de alrededor de 41 millones de euros.

A pocos kilómetros, en Benicàssim, el Festival Internacional de Benicàssim, más conocido como FIB, congregó entre sus escenarios a 170.000 asistentes que provocaron un impacto económico en la zona de 50 millones de euros.

Castellón es zona de festivales de verano. En la provincia, además del Arenal y del FIB también se ha celebrado ya el San San Festival y arranca este día 12 el Rototom Sunsplash con ocho días de música reggae internacional.
Según los organizadores de estos cuatro eventos, Castellón generará a través de sus festivales de música unos ingresos de 60 millones de euros en el tejido empresarial y se crearán más de 2.000 puestos de trabajo para atender a los más de 710.000 amantes de la música que se trasladarán hasta la zona a lo largo del verano.
Además, la Comunidad Valenciana acoge también más festivales entre los que se encuentran el Festival de les Arts en Valencia o el Low Festival, en Benidorm, al que acudieron este año 83.000 personas y que en su edición de 2016 generó un impacto económico en la ciudad de 14 millones de euros.
En Almería se celebra también estos días el Dreambeach Villaricos, un festival de música electrónica en el que, durante cinco días, se dan cita en la playa de Villaricos (Cuevas de Almazora) más de 120 artistas para hacer disfrutar a las más de 160.000 personas que acudirán a la fiesta.

Pero no solo los festivales se celebran la costa del Mediterráneo. En Madrid, Murcia o Villarobledo (Albacete), y Aranda del Duero (Burgos), entre otros muchos lugares del país, también tienen sus citas musicales.
En Aranda del Duero, en Burgos, celebran este año el 20 aniversario del festival Sonorama Ribera con artistas como Leiva, Loquillo, Amaral, Fangoria y Lori Meyers, una cita musical que en su pasada edición batió su récord de asistencia, con un público de más de 60.000 personas y 140 bandas.

Y pasando de un clásico a un estreno, la ciudad de Murcia ha albergado por primera vez este mayo el We Are Murcia - WAM Estrella Levante, una cita a la que acudieron 56.000 asistentes y que se ha convertido en el sustituto del SOS 4.8, un evento que canceló su edición para este año tras una trayectoria de nueve años.
La capital madrileña alberga también varios festivales de muchos estilos, entre los que destacan el Mad Cool, al que acudieron este año 135.000 personas y que tuvo un impacto económico en la ciudad de más de 30 millones de euros, el Download, al que acudieron alrededor de 35.000 asistentes y el DCode Fetival, que se celebra en octubre y cuyo cartel este año encabezan Franz Ferdinand e Interpol.
El Viña Rock en Albacete es también todo un clásico de finales de abril. En torno a 100.000 amantes del rock llenaron cada uno de los tres días de esta edición de 2017 el recinto de Villarobledo que lo alberga para disfrutar de bandas como Talco, La Pegatina, Boikot, Canteca de Macao y La Mala Rodríguez.
