Granada, Bilbao y Palma son las ciudades que más satisfacen las expectativas de los turistas

MADRID 16 Jun. (EUROPA PRESS) -

Granada, Bilbao y Palma de Mallorca son las tres ciudades españolas que más satisfacen las expectativas de los turistas, según la encuesta de satisfacción de destinos turísticos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Este estudio ha recopilado la experiencia de 6.854 viajeros europeos que han proporcionado información sobre las preferencias y niveles de satisfacción relacionados con los diversos destinos turísticos, tanto a nivel nacional como internacional, visitados durante los dos últimos años.

Según se extrae de la encuesta, a pesar del incremento de precios, los europeos no renuncian a sus vacaciones. Eso sí, las ciudades medianas han ganado peso gracias a la reducción económica que ofrecen.

Así, los resultados subrayan la alta estima de destinos urbanos dentro de España, con Granada obteniendo la puntuación más alta de satisfacción general con un 87 sobre 100, mientras que Bilbao y Palma también destacan con puntuaciones de 84.

A nivel europeo, ciudades menos exploradas como Luxemburgo y Burdeos han sorprendido a los visitantes, siendo altamente valoradas por aquellos que buscan experiencias únicas fuera de los circuitos turísticos más comunes.

Para hacer esta encuesta también se han tenido en cuenta factores como el transporte público, donde Copenhague se alza con la mejor puntuación (85); coste de vida, con Budapest y Estambul como las opciones más asequibles (75); Compras, donde destacan Madrid (84) y Londres (83); la cultura y la hospitalidad, con las andaluzas Granada y Málaga liderando con puntuaciones del 83 y 84, y la seguridad, con Dublín y Copenhague liderando con 86 y 84.

En el terreno internacional, destinos como Japón, Australia e Indonesia fueron altamente valorados por ofrecer una combinación de cultura, hospitalidad y seguridad.

Por contra, destinos como Santo Tomé y Príncipe, Brasil y Marruecos recibieron puntuaciones más bajas, principalmente debido a limitaciones en oferta cultural y percepciones de seguridad más bajas.