SALAMANCA 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
Salamanca ha vuelto a rendir cuentas con su tradicional 'Lunes de Aguas', una festividad local que se viene celebrando desde el siglo XVI y que un año más ha llevado a miles de lugareños a dejar sus quehaceres diarios e ir al campo en compañía.
Para cumplir con esta fiesta, los parques y campos se han llenado de gente, que ha ido, como marca la tradición, con el hornazo, que es un producto típico de Salamanca que especialmente se come en esta jornada.
Se trata de una empanada rellena de jamón, chorizo y lomo, que se pueden acompañar con otros embutidos y carnes propias de la matanza y que no falta en las mochilas de los salmantinos en el 'Lunes de Aguas'.
Esta festividad se celebra anualmente el lunes siguiente al de Pascua y recuerda cuando el rey Felipe II dictó unas ordenanzas que tenían que ver con la moralidad y con la práctica sexual con prostitutas.
El monarca decidió que las rameras debían ser trasladadas durante la Cuaresma fuera de la ciudad. De ahí que, a partir del Miércoles de Ceniza, las prostitutas abandonaban su residencia habitual y viajaban al otro lado del río Tormes.
El responsable de este destierro temporal era el religioso conocido como 'Padre Putas', que luego las traía de vuelta una semana después del Lunes de Pascua. La ribera del Tormes se llenaba de estudiantes que esperaban el regreso.
Así surgió la tradición de que todos los años la gente saliese al campo a celebrar una festividad que ahora ha cambiado de contexto y que se ha convertido en una de las tradiciones más participativas en la ciudad, una tradición que incluso se ha extendido a pueblos cercanos.
ZONAS DE REUNIÓN.
Los entornos del Puente Romano, La Aldehuela, Huerta Otea, el Parque Fluvial, otras riberas del río a su paso por la ciudad y también las zonas verdes próximas a la capital como Valcuevo son algunos de los espacios más visitados en esta jornada por los salmantinos.
Para acercarse a estos lugares, son muchos los que cogen las mochilas y se van andando pero no menos los que hacen uso del coche, de ahí que tanto Policía Local como Guardia Civil pongan en marcha anualmente un dispositivo especial con "especial vigilancia" en los puntos de salida y entrada de la ciudad, además de refuerzos específicos en el bus urbano.