Graz, la segunda ciudad de Austria

Torres Y Tejados De Graz.
TURISMO DE GRAZ
Actualizado: martes, 25 octubre 2011 12:00

La región austriaca de Styria es un destino turístico muy popular en Centroeuropa. En el sur de la provincia hay grandes extensiones de tierra con viñedos, mientras que en algunas partes, como por ejemplo en Dachstein Gebirge, es posible esquiar durante todo el año. Durante el verano se pueden hacer innumerables excursiones por cualquiera de sus bosques de abetos. Pero el verdadero atractivo reside en su capital: Graz. Ciudad antiquísima, secular, cuenta con atractivos de todo tipo que hacen de ella un ejemplo paradigmático de la cultura continental, con un soberbio patrimonio histórico y un ambiente que hacen de ella el lugar con mayor calidad de vida de Austria. Bienvenidos al corazón de Europa.

CASCO HISTÓRICO

Graz es la segunda ciudad en importancia de Austria; pese a ello, se trata de un lugar sumamente accesible y transitable. Construido en el siglo XII, su casco histórico es de una belleza reposada pero imponente; uno de los conjuntos renacentistas más hermosos de Europa, lo que le valió ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Su centro neurálgico es la plaza de Hauptplatz, coronada por una estatua del archiduque Juan. Algunos de los elementos más interesantes que encontramos en un recorrido por la ciudad son: el palacio de Herberstein; la Domkirche, la antigua residencia imperial de Burg; el mausoleo de Fernando II; el Landhau -el ayuntamiento-, levantado en el siglo XVI, y la Zeghaus, la antigua y emblemática armería.

Algo más lejos, pero en perfecta consonancia con el resto del patrimonio, encontramos el Schlossberg, una colina desde donde se domina la ciudad y de cuyo castillo, del que recibe el nombre, sólo quedan dos torres: la del Reloj y la del Campanario. Más alejado, a unos cuatro kilómetros, encontramos el Schloss Eggenburg, actualmente convertido en museo, que fue construido en 1625.

ZEGHAUS: LA MEJOR ARMERÍA DEL MUNDO

La armería de la calle Herrengasse es, sin discusión, uno de los monumentos históricos más interesantes de Graz. Los nobles estirios la construyeron entre 1642 y 1645. Hoy, con un patrimonio de 32000 objetos de combate y armaduras de todo tipo, es la armería mejor conservada del mundo. Además, la disposición interior recrea fielmente la atmósfera de la época. La antigua disposición política y la importancia estratégica de Graz como el centro del interior austriaco de las provincias de Styria, Carinthia y Kranjska, y la consiguiente y constante amenaza del Imperio Otomano sobre la zona, hizo de la armería de Graz el verdadero suministrador armamentístico del sureste del Imperio de Habsburgo durante los siglos XVI y XVII. La mayoría de las armas fueron piezas fabricadas expresamente para soldados rasos o caballeros. Además, se trata de armas hermosamente forjadas por los herreros, fabricadas en talleres de Innsbruck, Augsburg y Nuremberg.

AMBIENTE ESTUDIANTIL

Una quinta parte de los más de doscientos mil habitantes de Graz son estudiantes de alguna de sus tres laureadas universidades. Al atardecer del jueves (éste suele ser el día más animado, pues, al igual que en España, muchos de los jóvenes foráneos vuelven a sus casas familiares los viernes por la tarde), el bullicioso ambiente estudiantil se manifiesta en las riadas de jóvenes que pululan ansiosos de diversión por el casco histórico, alrededor de la Mehlplatz -plaza de la Harina-, la Prokopigasse y la Färberplatz.

En una de sus estrechas callejuelas, se celebra una clásica fiesta italiana donde los estudiantes más osados -seguramente inspirados por alguna de las dos excelentes cervezas estirias, Puntigamer y Reininghaus-, se atreven a entonar la canción napolitana "O sole mío" con variable éxito.

UNA CIUDAD ROMÁNTICA

El símbolo de Graz es la Torre del Reloj _Uhrturm_, levantada en la exuberante colina de Schlossberg. Es arcana tradición que las parejas de enamorados de la ciudad se besen por vez primera bajo el edificio. Y es que el romanticismo es algo palpable en cada rincón de Graz, desde las panorámicas crepusculares de la urbe, que mancha de ocres los tejados, a la bajada del collado, clásicamente realizada por la escarpada escalera de roca Kriegssteig. Después de dar cuenta de una buena cena en alguno de sus exquisitos restaurantes, nada mejor que un paseo por la ciudad vieja: la penumbra de sus calles propician una atmósfera inigualable para la complicidad y el silencio.

Más información: www.graztourismus.at