MADRID, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
La apertura de nuevos establecimientos de cinco estrellas por parte de cadenas internacionales hoteleras en Madrid es vista como una oportunidad para las cadenas hoteleras familiares españolas que consideran que esta llegada ayudará a "crear destino".
Esta es una de las conclusiones a las que se ha llegado en la mesa redonda 'Empresa Familiar en el sector hotelero' celebrada por la Asociación Empresarial hotelera de Madrid (AEHM) y ESADE Alumni en el Gran Hotel Inglés y que ha contado con las intervenciones de Verónica García, Hotel Orfila, Juan Serra, Palladium Hotel Group, Javier Pérez, VP Hoteles e Ignacio Jiménez Aratacho y Carmen Cordón, Hidden Away Hotels y Gran Hotel Inglés.
Todos estos propietarios de empresas familiares hoteleras, consideran que la entrada de nuevos operadores de lujo no supone un riesgo para la continuidad de su negocio, sino todo lo contrario.
En su opinión, la competencia de alto nivel es positiva, dado que ayudará a impulsar la visibilidad de Madrid a nivel internacional y potenciará la llegada de turistas de calidad.
Respecto al modelo de negocio que siguen, cada una de estas compañías tienen marcados unos criterios concretos, aunque todos los ponentes han coincidido en que es un momento de cambio al que hay que adaptarse y que va orientado a aportar un valor añadido a la estancia del cliente; una experiencia que vaya más allá de la alta calidad y el servicio de excelencia que ofrecen estos establecimientos.
La apertura de nuevas líneas de negocio hacia la gestión de establecimientos hoteleros o el mantenimiento de la estructura "tradicional" han estado sobre la mesa de esta interesante jornada en la que también se ha hablado del relevo generacional para el mantenimiento del negocio.
La competencia que suponen las viviendas de alquiler de uso turístico ha sido el tema de cierre de este encuentro profesional en el que sea ha recalcado la necesidad de poner en marcha una regulación efectiva para frenar al crecimiento de esta modalidad de alojamiento, no porque supongan una competencia para los hoteles que ellos dirigen, sino porque pone en riesgo el modelo de turismo sostenible por el que aboga el sector.
