Archivo - Un lujo rural en el Camino: descubre Quinta San Francisco, entre historia, naturaleza y bienestar - QUINTA SAN FRANCISCO - Archivo
MADRID 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
En Castrojeriz, catalogado como uno de los pueblos más bonitos de España, se alza un hotel rural que redefine el descanso del peregrino y el lujo sostenible en plena ruta jacobea. Bienvenidos a Quinta San Francisco.
Dicen que el Camino de Santiago se vive más de lo que se cuenta. Días intensos, paisajes que marcan y paradas que reconfortan. En una de esas paradas estratégicas del Camino Francés, en la localidad burgalesa de Castrojeriz, se encuentra Quinta San Francisco, un hotel rural que ofrece una experiencia de descanso premium, sin perder el espíritu del peregrino.
Abierto desde septiembre de 2021, el hotel ocupa una finca de una hectárea y media en las afueras del pueblo. Nada más cruzar su gran portón de madera, con el aroma de la lavanda flotando en el aire, el viajero descubre un caserón familiar restaurado, rodeado de jardines, huertas y las ruinas del antiguo Convento de San Francisco del siglo XIV, integradas en la propiedad como un tesoro patrimonial.
La rehabilitación de Quinta San Francisco ha respetado la esencia del edificio original. El resultado es una fusión elegante entre tradición y diseño contemporáneo, con materiales nobles como la piedra, la madera y una cuidada estética minimalista.
El hotel ha heredado el ambiente de paz y reposo del convento. Al igual que entonces se pone a disposición de los peregrinos y huéspedes. El enclave natural, en plena meseta castellana, invita al sosiego y a diferentes actividades tanto culturales como gastronómicas o al simple disfrute de la naturaleza.
LUJO SOBRIO PARA EL DESCANSO VERDADERO
El hotel cuenta con 21 habitaciones luminosas, todas con un diseño sencillo y acogedor: paredes blancas, mobiliario en tonos claros y enormes camas mullidas que invitan al descanso. En los cabeceros, una biblioteca con libros donados por amigos del hotel añade un toque cálido y personal. Uno de los alojamientos está adaptado en planta baja para personas con movilidad reducida.
En los espacios comunes, destaca un salón con chimenea, perfecto para los encuentros tranquilos al final del día. Y si lo que se busca es un momento de desconexión absoluta, la zona wellness ofrece una experiencia completa con sauna, baño turco, duchas terapéuticas y camas calientes con vistas al jardín.
La propuesta culinaria se desarrolla en La Bodega, un restaurante de nueva construcción con capacidad para 40 comensales, exclusivo para huéspedes. Nacido de la idea de un 'txoko' vasco, se ha convertido en un pilar de la experiencia. Cada día se renueva el menú con productos locales y de temporada: ensaladas frescas, pasta, entrecot de vacuno, sopa de boletus. Siempre con un marcado sabor castellano.
A escasos pasos del comedor, el hotel pone a disposición de los huéspedes un tienda gourmet, auténtica despensa de productos dulces y salados, todos artesanales, tanto para el consumo inmediato como para para llevar. Es el caso de la repostería elaborada por las monjas del convento de Santa Clara de Castrojeriz, quienes proveen al hotel de sus famosos mostachones y almendrado.
Toda la comarca es de gran tradición vitivinícola como así lo atestiguan la cantidad de pequeñas bodegas familiares que antaño añejaban los vinos de la zona, reconvertidas hoy en locales de reuniones familiares . A pocos minutos en coche se puede visitar localidades de la D.O Arlanza como Lerma, Santo Domingo de Silos, Santa Mª del Campo o Mahamud, y visitar bodegas como Zarzavilla, Esteban Araujo y Pagos de Negredo, por poner algunos ejemplos.
Quinta San Francisco tiene innumerables rincones que invitan a la relajación y el disfrute de la naturaleza. Uno de ellos es su jardín. Los parterres de la entrada los ocupan lavandas, salvias, santolinas y decenas de especies vivaces que conforman un espacio mágico. El jardín da al hotel un ambiente distinto en cada época del año. En el mismo patio se encuentran los parterres del huerto en los que crecen cebollas, zanahorias, pimientos, escarolas, puerros, tomates y un largo etcétera tan amplio como la despensa deL restaurante del hotel.
A unos pocos pasos, la larga hilera de árboles frutales proporciona las manzanas, castañas, membrillos, peras y otras frutas que también se utilizan en la cocina del hotel.
Quinta San Francisco no solo destaca por su diseño y confort. Su esencia se basa en un profundo respeto por el entorno y una clara apuesta por la sostenibilidad. El hotel funciona con energía solar, tiene pozo propio de agua, huerta ecológica, árboles frutales y un bar de autoservicio donde no faltan bebidas, picoteo e incluso chubasqueros. La mayoría de los empleados son vecinos de Castrojeriz, y los proveedores, pequeños productores de la zona.
A tan sólo media hora en coche hay seis campos de golf. Abundan así mismo las rutas de senderismo y bicicleta por los valles del Odra y Villajos. Los cielos de la zona, con apenas contaminación atmosférica y lumínica, los hacen ideales para la observación de las estrellas, ya sea a simple vista o visitando el recién inaugurado observatorio astronómico de San Antón,
CASTROJERIZ, ESENCIA MEDIEVAL.
Castrojeriz, con apenas 800 habitantes, conserva intacta su esencia medieval. Sus iglesias -como la de San Juan o las evocadoras ruinas de San Antón-, su castillo y su posición privilegiada en el Camino de Santiago lo convierten en un destino con alma, autenticidad y carácter.
Nombrado en 2023 como uno de los pueblos más bonitos de España, es el marco perfecto para una escapada única. En este enclave, Quinta San Francisco no es solo un lugar donde dormir, sino un verdadero refugio para el cuerpo y el alma: historia viva, hospitalidad sincera y un descanso que se convierte en experiencia.