MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
La mayoría de las aerolíneas están tomando medidas ante la expansión del coronavirus, como cancelaciones o reajustes de capacidad en las rutas a determinadas zonas, algo que se define como "circunstancia extraordinaria" según la normativa europea y que, por tanto, no obliga a las compañías a compensar a los clientes.
Según la normativa europea del Reglamento 261/2004, las "circunstancias extraordinarias" son aquellas que "pueden producirse, en particular, en casos de inestabilidad política, condiciones meteorológicas incompatibles con la realización del vuelo o riesgos para la seguridad" y que el transportista no podría haber evitado aunque tomara todas las medidas razonables.
Sin embargo, el hecho de no estar obligadas a compensar a los clientes por estas cancelaciones, sí que deben reembolsar el dinero de los billetes, un cambio de fecha u ofrecer un transporte alternativo al vuelo cancelado, según destaca reclamador.es.
En la misma línea se manifiesta Facua, que recuerda que la normativa recoge que los transportistas aéreos deben ofrecer a los pasajeros que sufran la cancelación de un vuelo "el reembolso en siete días" del billete o "la conducción hasta el destino final, en condiciones de transporte comparables, en una fecha posterior que convenga al pasajero", entre otras.
Además, en los casos en los que la cancelación no se produzca con la suficiente antelación, las aerolíneas deberán ofrecer gratuitamente, tal y como especifica el artículo 9 del mismo Reglamento: "comida y refrescos suficientes", "alojamiento en un hotel" -en caso de ser necesario-, "transporte entre el aeropuerto y el lugar de alojamiento" y "dos llamadas teléfonicas, télex o mensajes de fax, o correos electrónicos".
Algunas compañías están avisando de los posibles retrasos en el reembolso de los viajes debido al alto número que deben gestionar. Este mismo viernes, Finnair ha informado de que podrían atrasarse hasta un mes.
Por tanto, las aerolíneas que han adoptado estas medidas están avisando a los clientes de que pueden solicitar el reembolso o el cambio de sus billetes. Por el momento, la mayoría de los ajustes se están produciendo en las conexiones con China y otros países asiáticos, así como al norte de Italia.
¿QUÉ PASA CON LOS HOTELES?
Si se tiene reservado un hotel pero el vuelo es cancelado, la aerolínea no está obligada a pagar las noches de alojamiento que pueda perder el pasajero en el destino, según señala Reclamador.es.
Sin embargo, sí que tiene que hacerse cargo de las noches que el pasajero pudiera permanecer en la ciudad de destino mientras la aerolínea lo reubica, alojándolo en un hotel cercano al aeropuerto, además de prestar asistencia, el traslado desde y hacia el aeropuerto y el pago de comidas y bebidas que necesite consumir.
Por otro lado, la devolución del dinero por parte de los hoteles será posible si el viajero ha contratado un seguro de viaje que cubre estos casos o si la reserva incluía tarifa reembolsable. Si no se dan estos casos, lo más probable es que no se pueda reclamar el dinero de la reserva por cancelación de un vuelo, aunque reclamador.es recomienda ponerse en contacto con el hotel para buscar una solución.
LOS PAQUETES, PROTEGIDOS POR LA LEY DE VIAJES COMBINADOS
No obstante, los viajeros que hayan contratado un paquete, ya sea a través de agencias de viajes o de servicios 'online', están protegidos por la Ley de Viajes Combinados y tendrán derecho a resolver el contrato antes del inicio del viaje sin penalización y recibir el reembolso de cualquier pago, pero no a una compensación.
Dicha ley, que entró en vigor el pasado diciembre y responde a una normativa europea, también señala que los minoristas deberán realizar los reembolsos o devoluciones "sin demora indebida" y en un plazo no superior a 14 días naturales después de la terminación del contrato de viaje combinado.
La catalogación de un servicio de viaje (como una reserva de hotel, un billete de avión o tren o un alquiler de coche) como 'viaje combinado' o 'vinculado' depende, entre otros requisitos, de que este servicio suponga al menos el 25% del total de servicios de viajes combinados o vinculados.
