Archivo - Santa Marta Marriott Resort Playa Dormida - DAVIDURIBE - Archivo
MADRID 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
Santa Marta, la ciudad más antigua de Colombia, celebra 500 años de historia desde su fundación el 29 de julio de 1525 por el conquistador español Rodrigo de Bastidas. Ubicada entre la Sierra Nevada y el mar Caribe, también es una de las primeras urbes establecidas en América del Sur.
A esta conmemoración se suma el Santa Marta Marriott Resort Playa Dormida, el hotel de la reconocida cadena internacional que ha elaborado una guía con recomendaciones para que los viajeros puedan disfrutar de este destino, destacando la Sierra Nevada, el Parque Nacional Natural Tayrona y el centro histórico de la ciudad.
En cuanto a su geografía, Santa Marta se distingue por la combinación de paisajes montañosos y costeros, contando con bosques tropicales y playas vírgenes caribeñas. Esta riqueza natural alberga una fauna propia del segundo país más biodiverso del mundo, donde es posible encontrar monos aulladores, jaguares y más de 600 especies de aves, como tucanes y guacamayas.
Asimismo, la ciudad samaria permite conocer de cerca la esencia de la costa colombiana mediante su gastronomía, cultura, historia y música, además del legado que las comunidades indígenas han aportado al país con siglos de sabiduría.
UN RECORRIDO NATURAL DESDE EL TAYRONA HASTA LA SIERRA NEVADA
La sierra es el sistema montañoso costero más alto del mundo; sus picos más elevados, el Cristóbal Colón y el Simón Bolívar, alcanzan alturas de aproximadamente 5,775 y 5,560 metros sobre el nivel del mar, respectivamente.
Además de su geografía, la Sierra es reconocida por la producción de café de alta calidad en sus haciendas cafeteras y porque en ella habitan cuatro grupos indígenas: Wiwas, Arhuacos, Koguis y Kankuamos, a quienes Colombia debe parte de su legado cultural.

Por su lado, el Parque Nacional Natural Tayrona invita a desconectar mediante el contacto con la naturaleza, destacado por sus actividades al aire libre y alojamiento sostenible con playas vírgenes y gran variedad de especies.
El parque Tayrona cierra tres veces al año para permitir la recuperación de sus ecosistemas y la realización de rituales de los pueblos indígenas de la Sierra Nevada. Las fechas de cierre este año son en febrero, junio y octubre.
MARRIOTT IMPULSA EL TURISMO EN SANTA MARTA
El hotel Santa Marta Marriott Resort Playa Dormida se ubica en una de las zonas más exclusivas de la ciudad, aproximadamente a cinco minutos de distancia del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar y a media hora del centro histórico.
Asimismo, cuenta con instalaciones sofisticadas que abarcan 168 habitaciones, 14 de ellas suites que ofrecen vistas al océano, baño social y balcón con hidromasaje. El resto de habitaciones también tienen vista al mar, contando con balcones desde donde se pueden apreciar los atardeceres samarios, considerados por los locales como los mejores de Colombia.

El legado histórico y cultural de la ciudad caribeña se ve reflejado en el diseño del hotel, desde sus detalles en madera y piedra hasta objetos representativos de las comunidades indígenas como homenaje a las tribus Kogui, Wiwa y Arhuaco.
En sintonía con lo ancestral, la construcción del hotel fue bendecida por un mamo (líder espiritual indígena), tras la reubicación de un árbol sagrado que aún hoy puede contemplarse dentro de las instalaciones.
El gerente general de Santa Marta Marriott Resort Playa Dormida, Tomás Ford, ha expresado su orgullo por la ciudad, destacando la "calidez y resiliencia de su gente" y la "belleza única de este destino extraordinario", en un comunicado.
PROPUESTAS DE ALTA COCINA Y DE STREET FOOD TRADICIONAL EN LA REGIÓN
En cuanto a la gastronomía, los huéspedes pueden disfrutar del restaurante 1525 --un homenaje al año de fundación de Santa Marta--, en donde se unifica los fundamentos de la gastronomía internacional con la esencia del sabor local.

Para los que buscan una experiencia culinaria representativa de la región, el restaurante Cayeye del hotel ofrece gastronomía típica de Santa Marta, inspirada en asentamientos comerciales construidos por los pueblos indígenas. De esta forma, el hotel mezcla la cocina callejera más representativa con la alta gastronomía.
En esta línea, Santa Marta destaca por el pescado frito acompañado de patacones y arroz con coco, el bollo de yuca, la cazuela de mariscos, la arepa de huevo y el Cayeye (guineo verde cocido y machacado, mezclado con queso costeño, mantequilla, cebolla y suero).

El resort completa su propuesta hotelera con una amplia piscina, ocho cabañas privadas, bares, gimnasio y spa. Asimismo, dispone de cuatro salones para eventos, entre los que destaca el Salón Tayrona con 311,1 metros cuadrados de espacio, y salas de juntas equipadas para reuniones y conferencias.