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Descarta el miedo a volar entre el colectivo aéreo, conmocionado y en shock, pero confiado ante las "exhaustivas revisiones médicas" a las que se les somete
MADRID, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
La posible intencionalidad del copiloto de Germanwings, Andreas Lubitz, de destruir voluntariamente el avión estrellado en los Alpes el pasado martes supone un agravamiento del dolor y el sufrimiento para los familiares de las víctimas que precisarán a partir de ahora protocolos diferentes de atención psicológica.
La psicóloga especialista en psicología de emergencias y catástrofes Lourdes Fernández, perteneciente al Colegio Oficial de Psicologos de Madrid, asegura que un accidente producto de una negligencia o de un fallo en el mantenimiento de la aeronave provoca una serie de sentimientos en los familiares de las víctimas que se multiplican en el caso de que haya habido intencionalidad.
"Es mucho más grave el sentimiento de dolor puesto que los familiares conocen que ha habido alguien que les ha querido perjudicar o no les ha tenido en cuenta agravándose su dolor", asegura la experta añadiendo que el sufrimiento es mucho mayor.
Las últimas investigaciones apuntan a que el copiloto del avión siniestrado en Los Alpes franceses accionó de manera deliberada el descenso del avión, impidió al comandante volver a la cabina y estuvo vivo hasta que se estrelló el vuelo de Germanwings, con 150 personas a bordo.
Por ello a partir de ahora los psicólogos y especialistas que están atendiendo a los familiares, allegados y amigos de los siniestrados deberían tratarlos "médica y psicológicamente de manera diferente de lo realizado hasta el momento, aplicando protocolos similares a los ejecutados en casos de homicidios y cuando ha habido intencionalidad en la muerte".
La experta aclaró que los profesionales cuentan con un código específico denominado 'Código Nash' que según el tipo de muerte que sea natural, accidental, suicidio o por homicidio se debe acercar a los familiares "de diferente manera".
TRANQUILIDAD ENTRE PILOTOS Y AZAFATAS.
Debido al estrés emocional inicial algunos miembros de la tripulación de Germanwings se mostraron indispuestos para dar servicio en las horas siguientes al siniestro.
Una comportamiento que según la psicóloga conforme se van conociendo más datos se verá modificado si se confirma que el accidente fue por un motivo personal y humano no por motivos técnicos o mecánicos del aparato "lo que les habría generado más intranquilidad".
"Ahora mismo el sector estará en estado de shock no se lo podrán creer y no podrán concebirlo, después se pasa a un estado de consternación y de tristeza en el colectivo. Cuando se conoce que el motivo es por que uno de ellos ha enfermado y se ha suicidado provocando la muerte de tantas personas el sentimiento de impotencia y desesperación es muy grande", explicó Fernández.
No obstante se descarta el temor a volar por parte de los profesionales del sector, pilotos o TCPs "puesto que ellos mejor que nadie conocen las revisiones médicas y psicológicas tan exhaustivas por las que deben pasar y que están muy controlados en este sentido".
Eso no es óbice para que en los siguientes meses se puedan pedir revisiones médicas más exhaustivas, eso dependerá de las propias compañías aéreas, "pero los momentos de crisis puntuales de algunas personas con problemas muchas veces son incontrolables".
MIEDO A VOLAR.
Respecto a un incremento del temor de la población a volar en los próximas semanas la experta asegura que el que tiene miedo a volar lo seguirá teniendo incluso se incrementará en los próximos días, y el que asume ese riesgo sin temor puede sentir un "cierto miedo", pero que en varias semanas la situación se normalizará.
Por tanto estas conductas serán puntuales ya que los accidentes pueden ocurrir lo mismo en un avión que en otro medio de transporte, como un kamikaze en la carretera, y ello no es motivo para no dejar de realizar una vida normal tal y como estaba previsto.
