Tai-Chi entre viñedos

Tai-Chi
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 9 septiembre 2011 12:00

Los viñedos del Marco de Jerez son un escenario incomparable: hectáreas de terreno donde se cultiva la uva que dará como fruto el vino de Jerez, el Sherry, uno de los iconos de la ciudad y de la provincia de Cádiz.

Dicen los entendidos que el mejor momento para visitarlos es al atardecer, cuando los últimos rayos de sol bañan el verde de las vides creando un efecto mágico y relajante. La novedad es aprovechar este placentero efecto que generan las puestas de sol en los viñedos añadiéndolo a una de las disciplinas más antiguas para llegar al relax y al bienestar interior: el Tai-Chi. El resultado una experiencia única e inolvidable, la mejor manera de desconectar con el estrés diario y relajarse en plena naturaleza.

El Tai-Chi es una milenaria disciplina china, un sistema que combina ejercicios corporales respiratorios y mentales. Se ejecuta de manera suave y lenta, lo que permite el desarrollo de la relajación, la concentración mental, la coordinación y una respiración consciente y profunda. Sus beneficios son accesibles a todas las personas de cualquier edad y capacidad física y más si se realiza en un escenario natural: los viñedos, las suaves colinas del paisaje y la Viña El Majuelo.

Esta viña está situada a cuatro kilómetros del centro de Jerez en el pago de Macharnudo, considerado el de mayor calidad para la producción de la uva palomino. Desde la explanada principal, una elevación a unos 45 metros sobre el nivel del mar, se domina una extensa superficie de viñedos perfectamente alineados y de cuyo fruto se extrae el mosto que dará origen a los excepcionales vinos de Jerez. En el viñedo destaca la antigua casa de viña del siglo XVIII, edificada en torno a lo que pudo ser una antigua torre vigía de construcción árabe.

Durante esta visita tan singular, además de las clases de Tai-Chi, los participantes podrán conocer los procesos de viticultura en la viña: escuchar una charla dentro de la casa y recorrer los paneles explicativos sobre viticultura, con imágenes de las distintas fases y estados del viñedo, así como las labores realizadas en el mismo.

A continuación se puede dar un paseo a pie por los alrededores de la viña, donde se puede contemplar desde el balcón de acceso a la viña las 680 hectáreas de viñedos. Al regresar a la casa comienza la clase magistral de iniciación al Tai Chi, en la extensa explanada principal y en un entorno privilegiado.

Toda esta aventura finaliza con la entrega de los diplomas personalizados como recuerdo de esta vivencia singular.

Más información y contacto: www.d-arte.org