MADRID (EUROPA PRESS)
Si un escritor abusara de la fiesta y la jarana, seguramente lo notaría en su trabajo al día siguiente olvidándose una coma o, como mucho, alguna palabra que otra. Si lo mismo hiciera un empleado de una hamburguesería, quizá se le pasaría poner pepinillo, queso o, en el peor de los casos, el filete. Pero claro, si esos excesos los comete un médico residente la cosa puede ser más grave... y sino que se lo digan a los de 'MIR' (Telecinco, 22.00 horas).
En el capítulo titulado 'Falta de sueño', Carmen seguirá acumulando cansancio y falta de sueño en su afán de compaginar al máximo los estudios con la diversión y el trabajo. Esta vez tendrá que afrontar una guardia en la que se le asigna el caso de un bebé con el que tendrá un grave incidente que pondrá en peligro su vida. Carmen aprenderá una gran lección que le hará cambiar sus hábitos.
Por otro lado, Mateo sigue el consejo de Lapartida, el de "vivir la vida a tope", dejándose contagiar por una alocada pareja de adolescentes que le harán meterse en más de un aprieto. Además, recibirá la visita de su padre, que está intentando rehacer su vida, lo que no termina de gustar al joven médico. Nuria intenta recuperar la confianza de Cristina a base de trabajo y estudio, pero ésta no se lo pondrá nada fácil y hará que se cuestione si seguir o no con la tutoría.
Edu, obligado a hacer la rotación en Intensivos que venía posponiendo por motivos personales, conocerá a una paciente por la que se enfrentará a Nuria y a sus propios miedos. Por su parte, Gloria se mostrará intranquila en su último día en el hospital hasta que algo le hará pensar en utilizar su minusvalía ante Dávila y Cristina para quedarse.
