María Victoria Broto
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 6 febrero 2017 12:37

ZARAGOZA, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -

Unas 1.500 niñas y adolescentes de entre 6 y 15 años están en riesgo en Aragón de sufrir mutilación genital femenina, según se ha podido detectar fruto del protocolo autonómico contra esta práctica que está en vigor desde hace un año.

La consejera de Ciudadanía y Servicios Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, ha inaugurado este lunes, 6 de febrero, unas Jornada de formación sobre mutilación genital femenina, que han tenido lugar en el Edificio Pignatelli de Zaragoza. Ha estado acompañada por la directora del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), Natalia Salvo.

Esta última ha indicado que en la Comunidad no hay constancia de ningún caso desde 2010 y ha explicado que a raíz del mismo "se puso en marcha el primer protocolo", un trabajo que incide especialmente en la "coordinación y prevención". Al respecto, la consejera Broto ha indicado que en este último año "hemos formado directamente desde IAM a 130 profesionales y hemos trabajando con los Departamentos de Sanidad y Educación".

Además, ha continuado, se han firmado 30 acuerdos con familias que salían de Aragón a sus países de origen "para que se responsabilizaran de que sus niñas no van a sufrir ninguna agresión de este tipo".

Estos compromisos implican realizar a la menor un reconocimiento médico antes de que se realice el viaje, asegurar que "no va a sufrir ningún tipo de alteración, ni violencia" durante el mismo y volver a efectuar otro examen al regreso del país, ha detallado la directora del IAM.

Ha añadido que en caso de haberse detectado algún caso, "hubieran intervenido los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad el Estado porque estaríamos hablando de un delito", para subrayar que el protocolo contra esta práctica se centra en el "trabajo preventivo con las familias y con los profesionales".

En este punto, la consejera Broto ha manifestado que las familias, cuando llegan a sus países, "tienen que tenerlo muy claro porque, a lo mejor, son sus familiares, las abuelas" las que quieren efectuar la mutilación "y por eso es importante la formación de todo el núcleo familiar" para que colaboren en "evitar agresión".

TOLERANCIA CERO

La jornada se ha celebrado con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, "lo más duro que puede ocurrirle a una mujer" y que "significa un ataque contra su integridad personal", ha remarcado Broto.

Según ha expuesto, a pesar de que "parecía que el siglo XX iba a ser el de la libertad de las mujeres, la crisis y la situación mundial nos llevan a tener que seguir trabajando día a día para erradicar todo lo que tiene que ver con la violencia de las mujeres".

Por eso, "hoy, 6 de febrero, decimos tolerancia cero con la mutilación genital femenina" y ese es el objetivo del protocolo contra la misma presentado hace un año y que implica a los Departamentos de Educación, Cultura y Deporte, Sanidad, y Ciudadanía y Servicios Sociales del Gobierno de Aragón, ha agregado la consejera.

Broto ha recordado que el documento se hizo entre los tres Departamentos y "con la aportación de Médicos de Mundo" y ha permitido conocer la situación de las niñas y adolescentes que tenemos en Aragón "que podría sufrir esa violencia de su persona", de acuerdo con los países de procedencia, y trabajar con las familias de ese origen "en la prevención".

La directora del IAM ha aclarado que la mutilación se centra "en regiones específicas que están muy localizadas" en algunos países africanos y ha comentado que si bien "tendemos a creer que hay cierta impunidad" en ese continente en esta materia, "prácticamente todos los países tienen legislación, el problema es que muchas veces las leyes no van en consonancia con la realidad social".

Según ha apuntado, se trata de regiones de Gambia y Etiopía, entre otros países, pero son estos de los que "hay más población en Aragón".

La consejera ha incidido, por su parte, que "en muchos casos, es cuestión de desconocimientos de las familias, a las que hay que hablarles de la libertad de las mujeres y de los riesgos de la salud", así como de la posible infertilidad o futuros problemas en los partos que pueden sufrir quienes han sufrido esta práctica, algo que "entienden por encima de sus tabús y su educación".

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