El Nuevo Acuario fluvial tiene una pareja de cocodrilos del Nilo

Cocodrilo del Nilo en el Acuario de Zaragoza
ACUARIO DE ZARAGOZA
Actualizado: miércoles, 31 octubre 2012 18:33

ZARAGOZA, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Nuevo Acuario fluvial de Zaragoza tiene una pareja de cocodrilos del Nilo (Crocodylus niloticus) provenientes de un zoo de Francia, aunque estos reptiles son oriundos del sur y este de África.

En los pasados meses estivales fueron observadas diversas cópulas, actualmente la hembra presenta un comportamiento distinto al habitual, tiene poco apetito y se aparta del macho, tras consultar con un experto herpetólogo hemos elaborado un nido en las instalaciones de los reptiles ante una inminente puesta de los huevos.

El cortejo y la cópula coinciden en la naturaleza con el fin de la época de lluvias y el comienzo de la época seca, y se produce unos meses antes de que la hembra elabore el nido que es excavado en la arena y tiene unos 50 centímetros de profundidad, ha informado la responsables del Departamento de Educación Nuevo Acuario de Zaragoza, Mayte Pozo.

La hembra pone hasta 60 huevos y lo cubre con arena para que se incuben durante unos 90 días. La madurez sexual se alcanza a la edad de 12 a 15 años, cuando la hembra tiene un tamaño de 2,6 metros y el macho de 2,7 a 3,1 metros de longitud, aproximadamente.

El sexo de los reptiles viene determinado por la temperatura a la que se incuben los huevos, en el caso de los cocodrilos del Nilo, si la temperatura es inferior a 31ºC serán hembras y si la temperatura oscila entre los 31-34ºC serán machos.

Una vez que eclosionan los huevos, la hembra cuida de su progenie durante varios meses, a pesar de las mandíbulas tan potentes que tienen, la hembra ayuda a eclosionar a las crías que tienen dificultades en salir del huevo, las recoge de forma suave y las transporta al agua, ha detallado Mayte Pozo.

A pesar de este cuidado maternal los huevos y las crías son muy vulnerables a la depredación, como por ejemplo el varano del Nilo (Varanus niloticus), también presente en las instalaciones del Acuario de Zaragoza, al que le encantan los huevos del cocodrilo del Nilo.

La alimentación de los cocodrilos del Nilo varía con la edad, los juveniles se alimentan de insectos, peces de pequeños tamaño, anfibios, crustáceos. Con la edad, el tamaño de la presa se ve incrementado, formando parte de su dieta habitual tortugas, peces, aves y mamíferos como antílopes, búfalos, cebras y ñus.

La forma que tienen de atacar a su presa es arrastrar a su presa en el agua y girar su cuerpo alrededor de su presa para arrancar pedazos de carne.

COMPORTAMIENTO

El comportamiento social de los cocodrilos es el más complejo de los reptiles, son territoriales, patrullan y defienden sus territorios que abarcan una longitud de línea de costa y se extienden hasta 50 metros en el agua. También se ha descrito un comportamiento cooperativo en la alimentación, en el que unos individuos acorralaban a la presa y otros se irán alimentando según un orden jerárquico preestablecido.

Los cocodrilos son animales ectotermos, esto quiere decir que dependen de fuentes externas para la obtención de calor, por lo que su temperatura corporal depende del exterior, no controlar internamente su temperatura. Así cuando estén lo suficientemente calientes, buscarán la sombra y cuando estén fríos buscarán zonas soleadas.

A pesar del aspecto torpe que puedan tener en tierra, se trata de animales con reflejos muy rápidos y son muy ágiles en tierra, aunque se cansan rápidamente.

El cocodrilo del Nilo puede alcanzar los 6 metros de longitud (es el más grande de los cocodrilos) y llegar a los mil kilos de peso. Habitan un gran número de hábitats acuáticos, entre los que se encuentran ríos, lagos y pantanos de aguas dulces, zonas costeras estuarinas y manglares.

"SIN INTERÉS"

En cuanto a su conservación, se encuentra clasificado como sin interés en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN Red List) y todas las poblaciones están listadas en el apéndice I o II (dependiendo de la localización geográfica) de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).

A mediados del siglo pasado estos animales sufrieron un claro declive debido a su carne y sobre todo a su apreciada piel. Irónicamente, la explotación de las pieles y la carne de estos reptiles, ha demostrado ser una herramienta valiosa para la conservación del cocodrilo del Nilo, proporcionando un incentivo para que las personas protejan a la especie y a su hábitat.

A pesar de que esta especie aparece en Apéndice I de CITES, lo que significa que la mayor parte del comercio internacional de esta especie está prohibida, se ha rebajado el Apéndice II en una serie de países, lo que permite un cierto nivel de comercial utilización y comercio, principalmente en la forma de cría en granjas.

Además de proporcionar un incentivo para proteger a la población silvestre, esta práctica puede incluso ayudar a aumentar el número de cocodrilos del Nilo, ya que mejora la tasa de supervivencia de las crías, una parte de los cuales pueden ser devueltos a su hábitat natural.

Estas iniciativas de uso sostenible también se cree que es responsable de la falta de comercio ilegal de esta especie. Sin embargo, todavía quedan peligros que acechan a estos reptiles, el conflicto con los humanos presenta quizás la mayor amenaza para el cocodrilo del Nilo, ya que destruye nidos, elimina a adultos, debido al temor que ejercen entre la población humana no sólo por su potencial peligrosidad, sino también porque destruyen las redes de los pescadores, pérdida de hábitat o por introducción de especies exóticas, entre otros factores.