Se lleva un portátil del Corte Inglés y afirma que no lo pagó porque había "mucha gente" en la caja

Actualizado: miércoles, 11 abril 2012 16:38

Fue localizado en la cafetería del centro comercial, a la que, según el condenado, fue para "hacer tiempo" hasta que se vaciase la caja

SANTANDER, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de lo Penal Número 3 de Santander ha condenado a cuatro meses de prisión a un hombre que se llevó un portátil de la sección de informática de El Corte Inglés de Santander y se fue sin pagarlo a la cafetería del centro comercial para, según dijo, "hacer tiempo" porque había "mucha gente" en la caja.

Según dicta la sentencia, la juez ve "ánimo de enriquecimiento ilícito" en la sustracción del portátil --valorado en 799 euros y no en los 329 que afirmaba el acusado--, pese a que en el juicio, A.A.L.M aseguró que no tenía intención de robar nada, sino de abonarlo posteriormente.

El hombre, de nacionalidad dominicana, ha defendido que en el momento en el que, ya en la cafetería, fue requerido por un vigilante de seguridad acerca del portátil, no había manipulado la caja ni las tres alarmas del ordenador, ni tampoco "en ningún momento" lo había ocultado en las bolsas que llevaba sino que durante todo el rato lo llevó en la mano.

Además, aseguró que en ese momento tenía dinero para abonar el importe del ordenador --el que el pensaba-- pues llevaba 325 euros en efectivo y 200 en la tarjeta.

De hecho, A.A.L.M. afirmó que "se ofreció a pagarlo pero no se lo permitieron". Además, relató que cuando fue acompañado a la caja le dijeron que valía "setecientos y pico euros" pese a estar junto a dos ordenadores con un solo precio.

Además, el condenado ha señalado que, en el momento de ser requerido por el guardia de seguridad que le preguntó por el ordenador, seguía en la segunda planta del centro comercial, donde se encuentra tanto la cafetería como la sección de informática, sin haber pasado "ningún detector, ni haber activado ninguna alarma" y sin abandonar El Corte Inglés.

UN "ERROR"

El acusado, que negó haber sustraído del mismo centro comercial otro ordenador en julio, ha explicado que "cometió el error de no ir directamente a la caja" pero rechazó que su intención fuera robar nada.

A pesar de la declaración del acusado, la juez cree que la intencionalidad delictiva del acusado "puede inferirse y deducirse" tras el testimonio aportado por el guardia de seguridad y el policía nacional que fue avisado del intento de sustracción.

En la sentencia, se señala que el vigilante de seguridad que interceptó al mismo, las afirmaciones del acusado y declaró que lo vio con un ordenador con su alarma ocultándolo con una bolsa, saliendo de la zona y yéndose a la otra punta donde está la cafetería.

Este encargado de seguridad aseguró que el acusado había actuado con anterioridad con otro ordenador, por lo que avisó a la policía.

Según la sentencia, el vigilante explicó que A.A.L.M. al percatarse de su presencia dejó el ordenador posado en el suelo, moviéndose dos sillas, intentando abandonarlo y llevándose el resto de bolsas, dejando solo el ordenador.

En su relato, el empleado, y en contra de la versión del condenado, aseguró que se le dio la opción de abonarlo pero no tenía dinero suficiente y discutió con el vendedor por el precio.

A juicio de la juez, este relato confirma la efectiva ocultación del efecto al salir de la sección y su correspondiente caja, llevándolo en una bolsa, pese a haberlo negado, así como el intento de deshacerse o desentenderse del mismo, distanciándose exclusivamente del ordenador al apreciar la intervención de la seguridad.

Por otra parte, el testimonio del agente del Cuerpo Nacional de Policía confirma el aviso recibido por el intento de sustracción y que, según la grabación de las cámaras de seguridad, se trataba de la misma persona que el pasado julio se llevó otro ordenador realizando "idéntica operación".

Según explicó, en esa ocasión anterior, el acusado cogió un ordenador embalado que llevó a la cafetería, paseando por diversas zonas, abandonando el centro comercial por la terraza y encontrando en el lugar un alicate.

El policía explicó que el condenado les manifestó que al no tener dinero para pagarlo, se fue a la cafetería para llamar a algún familiar o amigo para que le ingresaran dinero en la cuenta para pagar el ordenador, que estaba perfectamente embalado no habiéndolo manipulado, ni encontrándole utensilios a tal efecto con lo que reconoció la sustracción anterior.