Paleontólogos sorianos publican un trabajo sobre las primeras icnitas de estegosaurio en Cameros

Actualizado: martes, 17 julio 2012 15:57

SORIA, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los paleontólogos sorianos Carlos Pascual y Nives Hernández, junto a investigadores de la Universidad de Zaragoza y de Paleoymás, han publicado un trabajo científico que da a conocer las primeras icnitas de estegosaurio del Cretácico europeo y posiblemente del mundo.

El estudio, que ha sido publicado en la revista científica 'Geodiversitas', sitúa estas huellas de dinosaurio en la Cuenca de Cameros, uno de los lugares de la Península Ibérica que está proporcionando más icnitas de dinosaurios y otros reptiles mesozoicos.

El hallazgo, según la publicación de los investigadores sorianos, se produjo en el año 2008 en el yacimiento de Valloria IV, en la provincia de Soria.

Un par de icnitas pie-mano, en forma de contramoldes, mostraban la singular morfología de las extremidades de estos dinosaurios, que por su pequeño tamaño fueron ocasionadas por una especie joven.

Sus características especiales han permitido relacionarlas con uno de los dos icnogéneros correlacionados con estegosaurios: el Deltapodus.

Este icnogénero fue creado, en 1994, con huellas del Jurásico Medio de Inglaterra (Whyte & Romano 1994), aunque tuvieron que pasar varios años antes de que se relacionara con un estegosaurios, según explican los paleontólogos sorianos en la revista.

Desde entonces se han encontrado nuevas icnitas de este icnogénero en otras partes del mundo, incluyendo la Península Ibérica. La falta de huellas y sobre todo de poder conocer la disposición en sus rastros no ha permitido incluirlo en una icnoespecie.

Sus caracteres morfométricos y la existencia de restos óseos de estos reptiles en la Península Ibérica han permitido inferir que probablemente sus autores pudieron pertenecer al género Dacentrurus o semejante.

Este tipo de estegosaurio herbívoro debió frecuente las amplias llanuras, a veces encharcadas, de un sistema de playa-lake que predominaban en la comarca soriana de Tierras Altas (Huérteles, Oncala) hace unos 140 millones de años.

Esta circunstancia permite ampliar la existencia del icnogénero Deltapodus al menos hasta los primeros tiempos del Cretácico Inferior.

La persistencia de este icnogénero durante el Berriasiense, según el estudio de los sorianos, así como de la asociación Megalosauripus Therangospodus, permite ver que el relevo faunístico del Jurásico por la del Cretácico no se produjo drásticamente, sino que diversos géneros con afinidad jurásica se mantuvieron durante el comienzo del Cretácico Inferior, quizás ayudados por el aislamiento que suponía la existencia de un extenso archipiélago.

LA FORMA DE LAS HUELLAS

Durante muchos años se especuló sobre la posible forma que mostrarían las huellas de este tipo de dinosaurio por lo que fueron pocas las asignadas a estos animales.

Hoy se sabe, según explican Carlos Pascual y Nieves Hernández, que comparten muchas características con las de los saurópodos, como, por ejemplo, la forma de media luna de las manos, en las que se aprecia la aguda marca del dedo I; o las improntas alargadas y ovales de los sus pies.

Sin embargo, cuando las huellas están bien impresas, las señales dejadas por sus dedos son muy diferentes. En las de saurópodos se observan cinco marcas correspondientes a las uñas de los dedos (generalmente, 3 o 4) y callosidades correspondientes al resto de los dedos.

En las huellas de estegosaurios, las señales de los dedos son siempre tres, muy cortas y con terminación redondeada, dirigiéndose hacia delante. Quizás ha sido este uno de los motivos por el cual hasta ahora el número de icnitas relacionadas con estos dinosaurios haya sido tan escaso.

Este nuevo descubrimiento amplía la variedad de huellas de reptiles en el Mesozoico de Cameros, convirtiendo a esta cuenca en una de las más importantes a nivel mundial por el número de huellas, su variedad y extensión temporal.