Barcelona invertirá 3,5 millones en comprar paradas para dejar espacio libre y a la pavimentación
BARCELONA, 7 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Ada Colau propone prohibir consumir productos dentro del Mercat de la Boqueria y la entada de grupos organizados de 15 personas o más durante los viernes y los sábados de abril a octubre, ha explicado este jueves la concejal de Mercados, Montserrat Ballarín, quien ha advertido: "No queremos que la gente vaya comiendo dentro de la Boqueria".
Junto al teniente de alcalde Jaume Collboni y a la concejal de Ciutat Vella, Gala Pin, Ballarín ha destacado en rueda de prensa que, con el objetivo de "evitar al máximo posible el consumo en directo" de productos en el mercado, el Ayuntamiento deberá aprobar una modificación de la Ordenanza de Mercados o un nuevo reglamento sobre la Boqueria que deberá contar con el apoyo mayoritario de los grupos municipales.
Ha abogado por prohibir "que haya bares encubiertos, con paradas que colocan sus instalaciones de tal manera que se pueda comer ahí directamente lo que se compra", una picaresca a la que asegura que se debe poner freno, también porque estos establecimientos provocan aglomeraciones que dificultan la circulación en el interior del mercado.
Además, exigirá que los productos elaborados estén envasados, envueltos y precintados; no se permitirá el uso de las paradas como espacio para la degustación; no admitirá más bares, y fijará un porcentaje mínimo de productos frescos que debe tener cada parada para garantizar el equilibrio de productos tradicionales y elaborados, algo que se controlará y se sancionará si se incumple.
También se incrementarán inspecciones, se realizará un estudio bienal sobre la oferta del mercado, se mejorará la señalización del mercado recordando conductas prohibidas, se encargará una limpieza extraordinaria del mercado y se pondrá en marcha la venta on line con una prueba piloto.
La prohibición de grupos organizados de 15 personas o más amplía la medida aprobada en abril de 2015 para prohibir su entrada hasta las 15.00 horas de los viernes y sábados --ahora pasa a la jornada entera-- , y el Ayuntamiento incrementará las horas de seguridad privada y contratará a agentes cívicos para que garanticen el cumplimiento de la medida.
Preguntados por la eficacia de la medida --que se aprobará con un decreto antes de Semana Santa, según Ballarín--, Pin ha señalado que la prohibición actual podría haber sido más eficaz aumentando la vigilancia, y ha señalado: "¿Si algún grupo se colará? Seguro. Pero si no incrementamos los recursos, seguro que se colarán más".
Se han comprometido a aprobar inicialmente en seis meses la modificación de la Ordenanza de Mercados para incluir estas medidas, para lo que Ballarín ha destacado que requieren "el máximo consenso de los grupos del consistorio", con los que asegura que han abordado el asunto, algo que también han hecho con los paradistas del mercado, según ella.
INVERSIÓN DE 3,5 MILLONES
El Ayuntamiento invertirá 3,5 millones para mejorar el mercado, con la compra de paradas para liberar espacio, la pavimentación, un nuevo sistema de recogida de humos y el cierre perimetral: "Si queremos que continúe siendo genuinamente barcelonés y un punto de encuentro de vecinos que esté al servicio de la ciudad y del barrio y que sea un mercado y no un museo, lo primero que tenemos que hacer es invertir", ha dicho Collboni.
Ballarín ha destacado que comprarán paradas --destinando un millón de euros-- para generar cuatro espacios libres para el encuentro, una práctica que Collboni ha asegurado que es habitual en los mercados de la ciudad para "esponjar y liberar espacios".
Destinarán 1,5 millones al cierre perimetral y a la pavimentación, para lo que el mercado deberá cerrarse a principios de 2018 durante cerca de una semana para ejecutar las obras "en un tiempo récord", ha dicho Ballarín, quien ha resaltado que este año se elaborará el concurso y el proyecto.
Sobre las terrazas de los bares y restaurantes de los porches del mercado, el área de Mercados y el distrito de Ciutat Vella regularán el espacio máximo que podrán ocupar, el tipo de mobiliario y el número de mesas, y han señalado que estudian una propuesta de los afectados que están analizando.
Preguntados por la posibilidad de que los turistas paguen entrada para acceder a la Boqueria, Collboni ha dicho que, "si se quiere que vuelva a ser un mercado, no se puede tratar como si fuera una atracción turística y cobrar", y ha defendido que el turismo se debe poner al servicio del objetivo de que el mercado sea de los barceloneses.
