Foto: EUROPA PRESS
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BARCELONA, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
El MNAC ha alumbrado una ambiciosa y extensa colección de Arte Moderno con 1.350 obras de 260 artistas repartidas por 4.000 metros cuadrados.
Esta colección incluye con un discurso que va de 1860 hasta 1950, que se tarda unas tres horas y media en recorrer, según han explicado este martes en rueda de prensa el director del Museu Nacional d'Art de Catalunya, Pepe Serra, y el jefe de colecciones, Juan José Lahuerta.
La colección parte mayoritariamente de los fondos propios del museo, así como de una colaboración con la Basílica de la Sagrada Familia, el Arxiu Jujol, el Museu d'Art Contemporani (Macba) y la Filmoteca, además de la financiación de la Obra Social La Caixa.
Serra ha considerado esta colección un "punto de inflexión" para el museo, y que se centra en narrar la aparición de la modernidad en Catalunya.
Su relato es completamente temático huyendo de los cánones, las grandes cronologías y nombres estipulados para esta época, de forma que pone sobre la mesa nuevos nombres "a reconsiderar" por la comunidad investigadora.
Explica esta historia moderna través de 300 pinturas, 290 fotografías, 220 piezas de artes decorativas, 200 dibujos, 105 esculturas, 75 carteles, 60 piezas de numismática, 50 grabados y 4 películas: "Es una colección rica y muy compleja", ha apuntado Lahuerta.
Hay obras que nunca se han visto al estar guardadas en los fondos del museo desde que la colección empezara en 1888, conformándose a base de adquisiciones institucionales y donaciones particulares, entre otros, y que al final contiene en sí la historia de cómo se formó la modernidad a partir de un antiguo régimen donde el artista era un satélite de un sistema de academias y de la clientela aristocrática.
Según Lahuerta, el siglo XIX alberga "la explosión del mercado del arte, donde el artista se convierte en un productor dentro de un sistema de mercado" poblado por una pujante burguesía, y enmarcado en una Barcelona atravesada por la violencia, ha situado.
CUATRO ÁMBITOS
De este modo, la ingente cantidad de obras propuestas se divide en cuatro ámbitos: el primero de ellos atestiguando la formación del artista moderno a partir de autorretratos y de la creación de sus propios templos --los talleres--.
La sigue un ámbito dedicado a los 'modernismos' que trata de enterrar la idea de que solo existe una versión de esta corriente, para defender que "fue muy complejo y hubo muchas formas de enfrentarse a las nuevas condiciones sociales", y es, en el fondo, un repaso a cómo el colectivo bohemio veía la sociedad.
Sin embargo, a finales de siglo se produjo una reacción contra estos modernismos, de modo que el cuarto ámbito propone bucear en los 'noucentismes' como un retorno al clasicismo y a la idealización de la civilización greco-latina y con el nacimiento de las vanguardias.
Finalmente, a finales de los años 30 y después la irrupción de la Guerra Civil creó una situación de emergencia absoluta en que los artistas se ponen al servicio del Ministerio de Propaganda de la República dando lugar al cartelismo, producciones cinematográficas y collages: "Hubo artistas anónimos que nos tenemos que replantear".
En solamente seis meses de trabajo poniendo "al límite" a sus trabajadores, el MNAC ha proyectado este espacio con un coste de 890.000 euros --un tercio aportado por la Obra Social--, con 462.000 para el proyecto museográfico y 427.000 para la adecuación de las instalaciones--, y podrá verse a partir de este jueves.
