EL PRAT DE LLOBREGAT (BARCELONA) 4 (EUROPA PRESS)
Tres de los catalanes que estaban en Chile el pasado sábado, cuando un terremoto de 8,8 grados sacudió el país andino, aterrizaron este jueves en el aeropuerto de El Prat, donde han sido recibidos por sus familiares y por el secretario general de la Vicepresidencia, Rafael Niubó.
A su llegada, los viajeros hicieron fuertes críticas al trato recibido por la embajada española tras un suceso en el que vieron fallecer a uno de sus compañeros.
Los tres aterrizaron a las 14.55 horas en el aeropuerto de El Prat en un vuelo procedente de Santiago de Chile que hizo escala en Madrid. Sus caras mostraban el cansancio y la preocupación que han vivido desde que fueron víctimas del seísmo.
Estas tres personas formaban parte de una expedición de seis españoles que estaban de vacaciones en la isla Robinson Crusoe, en el archipiélago Juan Fernández. Junto a ellos, había un matrimonio de Madrid, que también regresó este jueves a España, y Miguel Marín, el joven de 29 años vecino de Alella que falleció al ser arrastrado por una ola gigantesca.
Hipòlit Serra, uno de los viajeros catalanes, explicó que el tsunami les sorprendió a las 4 de la madrugada "sin que hubiera habido ningún aviso previo". Las olas se llevaron el refugio y las dos tiendas en los que dormía la expedición.
"Cuatro personas fuimos arrastrados dentro del mar y una no pudo salir. Se ahogó, lo vimos muerto, tenía golpes en la cabeza", explicó Serra en referencia a Miguel Marín, cuyo cuerpo no ha sido todavía encontrado.
En la expedición viajaba Àlex Puigcoll, el padre de la novia de Miguel Marín, que pasó dos días junto a la armada chilena tratando de buscar el cuerpo del fallecido. "Se han portado muy bien, pusieron un helicóptero para rastrear la zona y también un equipo de buzos, pero el cuerpo no ha aparecido", manifestó Hipòlit Serra.
Tras salir del mar, los supervivientes se refugiaron en torno a una hoguera en lo alto de una montaña porque les informaron de que había riesgo de que se volviera a repetir el tsunami. Al amanecer, viajaron seis horas a pie hasta el pueblo más cercano sin poder recuperar sus pertenencias. "Nos hicimos unos zapatos con un anorak y unos cordones y luego pudimos coger un mulo", explicó Serra, hasta que llegaron al pueblo de San Juan Bautista.
Los tres viajeros relataron los problemas que se encontraron en la embajada española en Chile para poder obtener un pasaporte provisional ya que habían perdido la documentación en el terremoto. Según Lluís Carreras, otro de los supervivientes, "en la embajada prácticamente nos echaron, nos dijeron que sin la foto y sin el dinero para el pasaporte, no hacía falta que entráramos", afirmó Carreras.