Laura Sánchez y su polémica con Aitor Ocio: "No ha sido un calentón, ha sido una realidad"

Laura Sánchez después de estallar contra Aitor Ocio
Foto: EUROPA PRESS 

MADRID, 26 Jun. (CHANCE) -

   La modelo Laura Sánchez está feliz a pesar de los últimos problemas que ha tenido con su exmarido, el futbolista Aitor Ocio. Hace unos días la guapa modelo estallaba en las redes sociales denunciando el comportamiento que tenía su ex respecto a la privacidad de su hija pequeña Naia: "Mi hija tiene 7 años, su padre ha subido a RRSS más de 40 fotos de ella sin el consentimiento de su madre (que soy yo)además de no estar permitido por ley, estoy cansada que utilice a Naia para su autopromoción de "padre ejemplar". La CUSTODIA COMPARTIDA conlleva respetar las opiniones de los progenitores. ¿Dónde está aquí la protección del menor?".

   Estas palabras en el Instagram de Laura hicieron saltar la polémica y ahora ha sido cuando ella ha querido aclarar todo lo sucedido: "No me enfado, no ha sido un calentón, ha sido una realidad que llevo muchos años viviendo que se ha intentado por muchas vías hasta judiciales y que no me han quedado otra que utilizar la misma herramienta". Por otra parte la modelo asegura que no ha abierto ninguna caja de pandora al manifestarse públicamente sobre ello por primera vez: "Llevo muchos años callada y voy a seguir callada, mi vida privada es mi vida privada, estoy harta de leer barbaridades y no he entrado, la custodia es compartida desde el minuto uno, siempre ha sido compartida porque así lo he pedido yo".

   Laura zanjó ahí el tema y evitó hablar de su ex Aitor Ocio y sobre si ha podido hablar con él después de que hiciese esa declaración pública. La modelo quiere mirar al futuro y aunque no tiene ahora mismo la idea de darle un hermanito a Naia no lo descarta: "Todo niño quiere un hermano, ya es mayor, no nos coge pequeñita, y yo tengo un hermano y siempre he pedido más a mi madre y nunca me los ha dado, con lo cual me gustaría tener muchos hijos".

   Su noviazgo con el cantante David Ascanio no puede marchar mejor y la pareja vive feliz su romance, aunque eso sí, las campanas de boda todavía tendrán que esperar: "Me da mucha pereza la palabra es pereza. Sería muy bonito pero de momento no tengo tiempo".

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