El 'divorcio' en las aves está afectado por su entorno social

Actualizado: miércoles, 14 octubre 2015 14:37

   MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Que una pareja de pájaros se divorcie o permanezca unida después de su primera procreación se ve influido por el entorno social en el que se forma la relación.

   Según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oxford, al igual que los humanos, las aves tienden a ser socialmente monógamas: encuentran una pareja para aparearse con ella y permanecen con ella. Pero también, al igual que los humanos, a menudo engañan a sus parejas, o se separan para aparearse con otro ejemplar, y esto sucede a menudo cuando la asociación social no es óptima.

   Las opciones de apareamiento de las aves se ven naturalmente afectadas por su entorno social, ya que determina el número y la disponibilidad de parejas potenciales que pueden elegir. "A los seres humanos les resulta más fácil encontrar pareja adecuada si tienen un montón de amigos y viven en una gran ciudad", explica Antica Culina, del Departamento de Zoología, que dirigió la investigación. "Es similar con las aves."

   Los investigadores han estudiado una población reproductora de carboneros comunes en Wytham Woods, que ha sido monitorizada desde la década de 1960. Desde 2007, estas aves han sido incluidas en un estudio a gran escala para entender su comportamiento social, y más del 80 por ciento de las que pasan el invierno en los bosques están etiquetadas con transpondedores integrados pasivos, según un comunicado.

   El equipo cuenta con una serie de comederos equipados con antenas detectoras. Cuando un pájaro se posa en uno, su presencia se registra junto con la fecha y la hora. Mientras las bandadas de pájaros vienen y van, el equipo puede identificar qué pájaros socializan regularmente entre sí, e infieren la fuerza de las asociaciones entre parejas de aves. Al realizar el mismo procedimiento varias veces durante el invierno, se puede realizar un seguimiento de cómo las relaciones y las redes sociales cambian con el tiempo.

   Los resultados muestran que los machos con una alta proporción de hembras conocidas tienen menos probabilidades de divorciarse de su pareja entre las temporadas de cría. Curiosamente, el número absoluto de ejemplares femeninos no es importante, sino la relación entre machos y hembras en el grupo social. Los resultados también muestran que los machos tienen menos probabilidades de divorcio si la fuerza de la asociación con su pareja es más alta que su asociación con otras hembras, y si son experimentados criadores.

   "Nuestros resultados parecen sugerir que los machos utilizan el divorcio para corregir un emparejamiento no preferido ", explica. "Tal vez no sean capaces de reproducirse con su hembra preferida, por lo que terminan simplemente críando con otra menos preferida y en la próxima temporada pasan a otra".

   Mientras tanto, el equipo encontró que el entorno social de una hembra no tiene ninguna influencia en la probabilidad de divorcio. Si bien es difícil decir exactamente por qué ese es el caso sin más experimentos, Culina sugiere que podría ser el hecho de que las hembras eligen pareja más debido a su amistad con un macho. El estudio ha sido publicado en Proceedings.

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