Cultura.- La Orquesta de Valencia visita hoy y mañaan el Auditori de Barcelona con la Octava de Anton Bruckner

Actualizado: sábado, 7 marzo 2009 7:21

VALENCIA, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Orquesta de Valencia, bajo la dirección de su titular, Yaron Traub, visitará de nuevo, hoy, sábado, y mañana, domingo, el Auditori de Barcelona para interpretar la Sinfonía nº 8 del compositor austriaco Anton Bruckner, informaron hoy fuentes del auditorio.

Estos conciertos responden al convenio de colaboración establecido entre el Palau de la Música y el Auditori de Barcelona, que también permitirá a la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya actuar en el Palau de la Música en el mes de junio de 2010, con obras de Richard Strauss y Musorgski.

Este es el segundo intercambio entre ambas Orquestas, tras el realizado en la temporada 2005-2006. En aquella ocasión, la formación barcelonesa, bajo la dirección de Ernest Martínez Izquierdo, interpretó en la Sala Iturbi del Palau de la Música los 'Seis estudios para gran orquesta' de Anton Webern y la Sinfonía nº 6 'Trágica' de Gustav Mahler.

Por su parte, la Orquesta de Valencia, dirigida por su titular Yaron Traub, debutó en el Auditori el 1 y 2 de abril de 2006 con la Sinfonía nº 6 'Pastoral' de Ludvig van Beethoven y la 'Sinfonía Alpina' de Richard Strauss.

La Orquesta de Valencia ha establecido también intercambios con la Orquesta Nacional de España (ONE), Orquesta de Radiotelevisión Española (RTVE), Orquestra Simfònica del Gran Teatre del Liceu y la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, recordaron las mismas fuentes.

Con el título 'El fin de una época', la formación sinfónica valenciana interpretará en ambas actuaciones la 'Sinfonía nº 8 en do menor, A 117' de Anton Bruckner, una de las obras más importantes de la historia de la música clásica del siglo XIX. No en vano, la partitura resume de manera precisa todo el mundo compositivo del que fuera organista imperial de Viena.

La obra tuvo un gran éxito en su estreno en Viena, el 18 de diciembre de 1892, bajo la batuta de Hans Richter, y en su espíritu, la partitura representaba un logro absoluto de la literatura sinfónica romántica.

Esta obra tuvo una historia difícil ya que estuvo a punto de llevar al propio compositor al suicidio, puesto que fue rechazada por Hermann Levi, quien tuvo un papel determinante en el triunfo de la séptima, y que no llegó a comprender la nueva obra, relataron.