El Hospital General de Alicante prueba un brazo robótico en personas que han perdido el movimiento por accidentes

Actualizado: miércoles, 8 julio 2015 21:34

ALICANTE, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Servicio de Rehabilitación del Hospital General Universitario de Alicante y el grupo de Neuroingeniería Biomédica de la Universidad Miguel Hernández (UMH) han realizado las primeras pruebas de un brazo robótico que ayude a mover el brazo de los pacientes que han perdido la capacidad de movimiento a través de las señales cerebrales.

El objetivo de la investigación, según ha informado la Conselleria de Sanitat en un comunicado, es desarrollar una interfaz cerebral que ayude a mover el brazo de los pacientes que han perdido la capacidad de movimiento.

La investigación, que está dirigida por José María Azorín, consigue a través de un robot, que se acopla como un exoesqueleto alrededor del brazo de paciente, que la persona sea capaz de mover automáticamente al pensar la acción.

El grupo de Bioingeniería del Centro Superior de Investigaciones Científica (CSIC) --con sede en Madrid--, ha desarrollado el robot y la UMH la interfaz cerebral para controlarlo, mientras que el servicio de Rehabilitación aporta la experiencia clínica y la atención de los pacientes que participan en la investigación.

Esta investigación va dirigida a enfermos que han sufrido accidentes cerebrovasculares o traumatismos con daño cerebral y que han quedado con lesiones motoras en miembros tanto inferiores como superiores.

"La recuperación de la movilidad de los miembros inferiores suele ser bastante probable pero en el miembro superior es más improbable. Gracias al exoesqueleto estos pacientes consiguen transformar ondas cerebrales en señales que gobiernan los sistemas motores", ha explica el doctor Climent, jefe del servicio.

PRUEBAS EXPERIMENTALES

En total han sido cinco los pacientes del Servicio de Rehabilitación del Hospital de Alicante con perdida de la capacidad motora en las extremidades superiores por accidentes cerebrovasculares o traumatismos lo que han comprobado la integración de la interfaz "cerebro-máquina".

Durante las jornadas de prueba, los pacientes han experimentado tres tipos de movimiento. Por una parte, el espontáneo que, haciendo uso de una interfaz espontánea, han realizado tareas de alcance y aproximación. Mediante la detección de tareas mentales se ha realizado el movimiento de extensión y flexión del miembro superior del paciente, movimientos que son desencadenados a través del sistema de estimulación eléctrica.

En segundo lugar, se ha probado la detección de la intervención de movimiento. Es decir, la interfaz se ha utilizado en esta ocasión para detectar la intención de los pacientes de realizar una tarea de alcance de un objeto situado frente a ellos.

La última prueba ha consistido en la detección de movimientos de alcance y aproximación con el miembro superior entre tres direcciones diferentes.

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