MADRID, 2 May. (EDIZIONES) -
El pasado 1 de mayo se cumplieron 75 años del estreno de Ciudadano Kane. Sin embargo, la celebérrima cinta de Orson Welles no siempre fue tan valorada como hoy en día. Hasta su llegada a los cines, el director tuvo que librar una titánica lucha contra William Randolph Hearst, el maquiavélico magnate de la prensa en quien se cree que Welles se inspiró para escribir el personaje de Charles Foster Kane.
De la mano de Variety (una revista que ya existía por entonces), repasamos el infierno personal y profesional que atravesó al lauredo director para llevar su filme a la gran pantalla. Una historia cargada de envidias, litigios y artimañas políticas.
UN ESTRENO POSPUESTO
RKO, la productora de la ficción, planeó el estreno de su película para el 14 de febrero. No obstante, los abogados de Hearst retrasaron su exhibición. En una tensa reunión, el magnate exigió a George Schaefer (presidente de RKO) que su guión "se pusiera bajo un microscopio legal" si quería evitar ir a jucio. Aunque finalmente se demostrara que Ciudadano Kane no pretendía difamar a Hearst, el periodista se sintió gravemente ofendido y prohibió publicitar la película en ninguno de sus 17 periódicos. Este duro revés lastró seriamente la promoción de la película.
LOS TRAPOS SUCIOS DE RKO
No conforme con boicotear las cintas de RKO, William Randolph Hearst inició además una campaña contra la productora publicando una noticia a la que ningún otro medio de comunicación prestó atención. Joseph Ermolieff, ganó un juicio contra RKO y recibió una indemnización de 7.000 dólares. La noticia, que fue considerada como un acontecimiento menor para el resto de la prensa, abrió las portadas de todos los diarios de Hearst.
UN ESTRENO MUY DISCRETO
Cansado de esperar al estreno de su película, Orson Welles anunció a la productora el cumplimiento de su contrato: según él, la cinta debería ser estrenada como muy tarde a los tres meses de su finalización. Finalmente, RKO accedió y, tras suprimir los pases de prensa, estrenó la película en las ciudades de Los Ángeles, Nueva York y Chicago.
LA MÁQUINA DEL FANGO
William Randolph Hearst convenció a La Legión Americana, a Veterans of Foreign Wars y a diversos grupos patrióticos de que la cinta escondía propaganda comunista. Al mismo tiempo, Orson Welles sufrió el acoso de los fotógrafos de Hearst, quienes trataron de tomar fotos comprometidas sobre el autor durante su estancia en Palm Springs.
ESTRELLADO EN LOS OSCAR
La ceremonia de los Oscar de 1942 fue especialmente decepcionante para Orson Welles. Pese a estar nominado a nueve estatuillas, tan solo se llevó el premio al Mejor guión. Un reportero de Variety achacó su fracaso al criterio de los 6.000 extras que participaron en las votaciones alegando: "La masa prefiere los tipos normales a los genios".
