MADRID, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
"La animación clásica ha vuelto para quedarse", afirmaron John Musker y Ron Clements, los directores de la nueva película de Disney, 'Tiana y el Sapo', una adaptación del conocido relato de los Hermanos Grimm, que se estrena en España el próximo viernes 5 de febrero.
Según indicaron en un encuentro con los medios, lo que tiene la animación tradicional es la "magia de ver que un dibujo cobra vida", y que los fondos estén hechos a mano, por lo que "sería un error" descartarla de las películas.
En esta ocasión, Disney lleva a la pantalla una historia que recuerda a los cuentos de hadas, vuelve a los temas clásicos y recurre al género del musical, por lo que, en palabras de los directores del film, "es apropiado utilizar una animación a mano".
Sin embargo, la historia de amor no se forja "a primera vista", el príncipe ya no es el personaje apuesto al que el espectador está acostumbrado y la protagonista, Tiana, es una mujer independiente con sus propias aspiraciones. Al contrario que otras heroínas de Disney, ella trabaja día y noche por conseguir crear el mejor restaurante de su ciudad, Nueva Orleans.
A su juicio, "hay muchos elementos clásicos, pero existe un giro de los elementos tradicionales". Los dos personajes tienen defectos y son muy diferentes. Por un lado, Tiana es una mujer moderna que no sueña con enamorarse y casarse. El príncipe Naveen, por su parte, es un poco irresponsable, una especie de "playboy" que aún tiene que "aprender mucho de la vida".
A pesar de esto, destacaron que, aunque quizás el príncipe no sea un "modelo" para los niños en un primer momento, se observa que "tiene que aprender a ser responsable", por lo que al final de la película el espectador más pequeño saca una conclusión positiva de la historia.
JAZZ, RITMO Y MAGIA
La acción de la historia se centra en el Nueva Orleans de los años 20, que ha servido esta vez como escenario y se convierte en otro de los personajes. La música, el jazz, el ritmo y la magia son algunos de los aspectos que cautivaron al productor ejecutivo de la película, John Lasseter.
Según indicaron Ron y Musker, este "enamorado de la ciudad" les llevó a la capital de Louisiana y visitaron los cementerios, los pantanos, visitaron a una sacerdosita, e hicieron muchas fotos y dibujos para recrear a la ciudad "como un personaje más". A partir de ahí, surgió la idea de que la protagonista fuera afroamericana, "lo más natural, teniendo en cuenta su procedencia".
Por ello, Nueva Orleans se convierte aquí en el escenario narrativo, donde el jazz aporta además un elemento de nostalgia y musicalidad, en combinación con los elementos mágicos y históricos que ofrece la ciudad, así como la naturaleza del Gran Río que recorre la ciudad.
MÁS REALISMO Y MATICES
El supervisor de animación, Andreas Deja, indicó que se trata de un "retorno" al dibujo clásico, que ha permitido dotar de cierto realismo a los personajes de 'Tiana y el sapo', ya que es más sutil y se consiguen más matices, como es el caso de los estampados de los trajes.
En el caso de Mama Oddie, la sacerdosita del pantano con la que los protagonistas topan en su aventura, sería "imposible" haberla realizado en tres dimensiones, según afirmó Deja. "Sería más difícil que haberla dibujado con el método clásico, y habría perdido eficacia", subrayó.
En cuanto a las innovaciones de la película, señaló que en una de las escenas la sacerdotisa besa a una serpiente, algo que "va más allá de lo habitual". "Se trata de una escena lo más asquerosa posible, que nunca se había exagerado tanto en Disney", dijo.
