Patricio Pron: "Una de las tareas de la literatura es poner en cuestión las versiones estereotipadas"

Patricio Pron
VASCO SZINETAR
Actualizado: martes, 27 mayo 2014 14:12

MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -

Patricio Pron está convencido de que "una de las tareas de la literatura es poner en cuestión las versiones estereotipadas". Y con esa premisa en la cabeza, decidió escribir dos libros al mismo tiempo: la ficción 'Nosotros caminamos en sueños' (Literatura Random House) y el ensayo 'El libro tachado' (Turner).

De la misma forma que desarrolló ambos volúmenes "de forma simultánea", el autor ha presentado este martes en Madrid el resultado impreso durante una misma rueda de prensa, en la que ha puesto de manifiesto su voluntad de apelar al lector y hacerlo participar en su debate.

Por un lado, 'El libro tachado', el primer ensayo al que se enfrenta Pron (Rosario, Argentina, 1975), surgió tras leer en decenas de ensayos de "pesimistas culturales" en los que se advertía acerca de la desaparición de la literatura. La respuesta de Pron a ello fue: "La literatura no lo hace en este momento, sino todo el tiempo".

Por ello, en este volumen, el escritor argentino aborda la historia de los libros destruidos, perdidos, mutilados y de los autores recluidos, bloqueados, desaparecidos, censurados, silenciados y de aquellos que estuvieron siempre al borde de la desaparición, el suicidio y la catástrofe.

Según ha explicado, en este volumen las notas al pie de página son tan importantes como el texto en sí y en la lectura de ambos se advierte la contradicción y las discusiones con el planteamiento de Pron. "Este texto incita a la conversación acerca de qué tipo de ensayo queremos leer y en términos generales qué literatura queremos leer", señala.

MALVINAS

'Nosotros caminamos en sueños', la obra de ficción que presenta Pron, se enmarca en un conflicto que el escritor vivió de niño, la Guerra de las Malvinas, y con él entra en el debate del nacionalismo y en cómo este reemplaza al sentido común y hasta dónde un individuo es capaz de llegar en nombre de este sentimiento.

Pron ha querido continuar la tradición de novela humorística británica en la que se enmarcan autores como Tom Sharpe para dar forma literaria a este conflicto, que "costó la vida a muchos jóvenes sin experiencia militar" y que condenó al "alcoholismo" y otras adicciones a cuatro de cada diez supervivientes. Según cuenta Pron, muchos de ellos vieron interrumpida su formación y la mitad sufrieron pesadillas y temores durante mucho tiempo.

Preguntado acerca de la influencia e sus vivencias personales en este libro, Pron cuenta que él vivía con sus padres en Rosario, lejos del conflicto, pero recuerda el "clima opresivo" que se percibía en aquel momento y la combinación de "horror " y el "juego" que suponía aquella experiencia.

Además, la prensa contribuyó a aquella "euforia casi lúdica". Según cuenta, de pequeño solía mentir a su madre acerca de lo que había pasado en el colegio, porque la realidad era demasiado aburrida. Cuando su progenitora se enteró se enfadó mucho. Al poco tiempo, comprobó como la mentira de la guerra se plasmaba en los periódicos y no ocurría nada, un ámbito en el que el engaño "era tolerado".

Para Pron una de las tareas de la literatura es "poner en cuestión las versiones estereotipadas" y cree que "la memoria no es una cualidad intrínseca de la sociedad", sino "una actividad que se lleva a cabo", motivo por el que cree que es importante "dejar abiertos" ciertos temas, tales como la Guerra Civil española o la Guerra de las Malvinas, para que no se olviden. A su juicio, hablar de ello tiene como objetivo que "no se convierta en un monumento".