Actualizado 27/04/2016 12:56

Un estudio lo confirma: los perros odian los abrazos

Dueña perro
GETTY

MADRID, 27 Abr. (EDIZIONES) -

Expertos en psicología animal aseguran que los perros odian ser abrazados por sus amos ya que se ponen "nerviosos" y "estresados" y sienten la necesidad de escapar lo antes posible como primera reacción de defensa ante este estímulo.

La investigación fue llevada a cabo por el experto canino y profesor de Psicología de la Universidad de Columbia Británica (Canadá) Stanley Coren, quien determinó examinando fotos de 250 perros en el momento en el que son abrazados que ocho de cada diez caninos se sienten incómodos.

En las fotografías, los perros mostraban "sutiles" signos de estrés tales como echar las orejas hacia atrás, cerrar un poco los ojos, volver la cabeza hacia otro lado para evitar el contacto visual con su amo, bostezar o levantar una de sus patas como señal de "advertencia". Coren aseguró además que cuando "cierra los ojos por completo o se lame los labios" es porque está sintiendo "demasiado" estrés.

El experto añadía que la defensa del perro cuando siente "malestar" o estrés con los abrazos no es enseñar los dientes como podría parecer sino echar a correr, algo de lo que se le está privando cuando los dueños los "inmovilizan" entre sus brazos. Expertos caninos citados en el estudio afirman que cuando el abrazo es largo e intenso, la "ansiedad" del perro puede provocar finalmente una reacción tan violenta como la de "morder".

Según declaraciones de la experta canina Caroline Kisko, recogidas por 'Telegraph', "los perros a menudo se consideran parte de la familia, sin embargo, no son humanos y, por tanto, pueden reaccionar de manera diferente a ciertas interacciones tales como los abrazos".

Por otro lado, expertos ingleses aconsejan que en vez de dar abrazos se les muestre cariño con caricias. "Cuando abrazas a un perro (por lo general) muestra signos de estrés", apunta Claire Matthews de 'Battersea Dogs and Cats Home' centro en el que cuidan de animales. De este modo, asegura que cuando se abraza a un perro se "invade" su espacio personal: "una persona que pone dos brazos alrededor del cuello de un perro puede ser interpretada como intimidante y significa que no puede alejarse de la situación".    

"Está claro que es mejor desde el punto de vista del perro si le expresa cariño con una palmada, una palabra amable o un regalo", concluyen los expertos.