MADRID, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), Miguel Borra, ha asegurado que los funcionarios están dispuestos a bajarse el sueldo si es dentro de un plan global de ahorro en toda la Administración del Estado, que reparta esfuerzos, y no como una medida aislada.
"Si se ataca únicamente a los empleados públicos y no se recortan los gastos donde se tienen que recortar, saldremos y estaremos en frente, pero si se les pide que se bajen los salarios junto a 52 medidas más, habrá que ver si es posible y habrá que pactar los tiempos", señaló Borras en declaraciones a Europa Press, a raíz de las rebajas salariales que se empiezan a vislumbrar en algunas comunidades autónomas y que podrían servir de guía para el próximo gobierno del PP.
Según indicó, el sindicato está "a la expectativa" de lo que pueda hacer el Gobierno del PP a nivel nacional --puede tocar la base salarial y los trienios de los funcionarios--, y, por si acaso, la organización ya está realizando "reuniones internas" para establecer su posición ante lo que pueda pasar.
Esta posición, aseguró Borras, será la misma que la mostrada cuando el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero recortó los salarios de los funcionarios un 5% de media, con un decreto en mayo de 2010. Entonces, los sindicatos se echaron a la calle e impugnaron la medida.
"No tiene sentido tomar medias que ya hemos visto que no conducen a nada", insistió el vicepresidente de CSIF en alusión a dicho decreto, antes de añadir que aquellas medidas no lograron que España saliera de la crisis.
"No saldremos de la crisis mientras tomemos medidas aisladas que siempre van contra los mismos, los que estamos controladitos a través del ordenador y a los que bajan los salarios con solo pulsar una tecla", añadió.
Entre las otras "52 medidas" que según CSIF deberían tomarse para recortar el gasto público, el sindicato apuesta por mirar a las embajadas en el exterior, a los altos cargos, a los asesores, a las televisiones autonómicas o a las empresas públicas, como ha hecho Aragón. "Antes de recortar servicios públicos que recibe la población hay muchos sitios en los que recortar", sentenció.
