MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
La coautora del libro 'Buenos tratos: prevención de la violencia sexista" (Talasa) Belén González lamenta que si bien "hay un consenso en que la sensibilización es fundamental" cuando se trata de luchar contra la violencia de género, "la inversión que se destina es muy parcial, especialmente en relación a la importancia que se ha concedido al ámbito penal".
En una entrevista con Europa Press con motivo de la presentación de este libro coordinado por María Antonia Caro Hernández y Fernando Fernández-Llebrez, González ha puesto el acento en que "ante un problema tan grave que no se soluciona estrictamente con una ley y que conviene atar en el corto, medio y largo plazo, las medidas aún son muy parciales".
Asimismo, ha destacado que "hay muchas diferencias entre las zonas rurales y urbanas en el acceso a este tipo de formación, no hay parámetros comunes en relación a que tipos de elementos hay que trabajar" y los programas, en su opinión, "a veces están demasiado escorados hacia la resolución de conflictos y otras, ponen exclusivamente el acento en los estereotipos de género", pero sin la "mirada multidisciplinar" que, a su juicio, es imprescindible.
Otra de las asignaturas sin aprobar es, para la autora, la implicación ciudadana. Según González, la labor de los ciudadanos en la lucha contra la violencia de género "ha quedado restringida a la denuncia" cuando, en su opinión, deberían explorarse vías como "el acompañamiento ciudadano" o "iniciativas de implicación social que visibilicen ese apoyo de todos".
'Buenos tratos' nace tras una experiencia social de prevención de la violencia entre jóvenes iniciada en 2005 y del que sólo en el último año, se han beneficiado más de 30.000 personas. Este programa se basa en "un enfoque positivo" y defiende que "la violencia es una elección porque cada uno alberga dentro lo mejor y lo peor de sí mismo", ha explicado González, para incidir en que el objetivo es "arrinconar lo peor y sacar todo lo mejor".
El libro condensa la experiencia de este programa entrando además en los "factores de riesgo" y sus correspondientes "factores de protección" cuando se trata de violencia de género. Así, "incide en el sexismo como factor de riesgo determinante pero también en todos esos elementos que influyen en el terreno del amor y la pareja; la tolerancia o la legitimidad de la violencia, o factores de tipo individual", ha señalado la coautora.
"Incidimos en los factores protectores porque la experiencia nos dice que alarmar sobre los riesgos capacita poco a las personas, así que invitamos a una reflexión sobre qué tipo de elementos nos condicionan para hacer una crítica de los mismos y poder elegir cómo queremos que sean nuestras relaciones. No se trata tanto de un recetario de lo que se debe hacer como de aumentar la capacidad de elección de las personas" ha explicado.
