Actualizado 16/09/2008 20:26

Barroso advierte de que la exclusión de los gitanos en Europa es un problema "de gran urgencia"

George Soros (Open Society Institute) denuncia que la toma de huellas a gitanos en Italia es una medida "inaceptable" e "ilegal"


BRUSELAS, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Comisión Europea inauguró hoy la I Cumbre de la UE sobre los Gitanos advirtiendo de que la gran discriminación y exclusión que sufre esta comunidad en Europa es uno de los problemas "de mayor urgencia" a los que hace frente la Unión, tanto "en términos políticos como humanos".

La última ampliación de la UE ha aumentado significativamente el número de romaníes y descendientes de romaníes que viven en los Estados miembros y "en su mayoría son ciudadanos europeos", como recordó Barroso en su discurso. Sin embargo, representan "el mayor grupo étnico que se enfrenta a la pobreza extrema, exclusión social y discriminación" en el espacio comunitario.

En torno a nueve millones de romaníes viven en Europa y la mayor parte de esta población vive "en condiciones que simplemente son inaceptables en el siglo XXI", según denunció el presidente del Ejecutivo comunitario.

Con el objetivo de afrontar la discriminación que sufre este grupo, la Comisión Europea junto a la presidencia francesa de la UE organizaron la cumbre celebrada este martes en Bruselas y en la que representantes de las instituciones europeas, de los gobiernos nacionales y de organizaciones de la sociedad civil se reunieron "al más alto nivel" para estudiar la situación.

En rueda de prensa posterior, el comisario europeo de Trabajo, Asuntos Sociales e Igualdad de Oportunidades, Vladimir Spidla, subrayó que los romaníes son "el único colectivo que sufre la discriminación colectiva y no solo de manera individual".

Además, llamó la atención sobre el hecho de que "el 77% de los europeos cree que ser gitano es una desventaja". Por ello, instó a los Gobiernos nacionales a "incrementar sus esfuerzos" para mejorar las condiciones de vida de esta comunidad, de la que dijo que la Comisión "nunca aceptará su discriminación".

"Tenemos los instrumentos para mejorar la inclusión (de los romaníes en Europa): legislación, financiación e intercambio de políticas eficaces", aseguró Spidla antes de emplazar a los participantes a la cumbre para que adopten compromisos y presenten "ideas concretas" para mejorar la situación. "La situación sólo cambiará si todos se comprometen" y "necesitamos un compromiso conjunto a escala local, regional, nacional y europea" para utilizar las herramientas disponibles.

La ministra francesa de Vivienda y Asuntos Urbanos, Christine Boutin, expresó en la misma comparecencia la voluntad de la presidencia gala de la UE para contribuir a que los romaníes "encuentren su lugar en la sociedad europea".

Además, apuntó a la necesidad de que los Estados miembros se coordinen a la hora de tomar medidas relacionadas con la seguridad y la inmigración --en referencia a las últimas acciones del Gobierno italiano, tales como tomar las huellas dactilares de los gitanos que viven en campamentos-- porque "aunque son competencias nacionales, afectan a toda la Unión Europea".

Por su parte, el presidente del Open Society Institute, George Soros, pidió que el caso de las medidas adoptadas por las autoridades italianas sea examinado por el Tribunal de Justica de la Unión Europea (TUE) porque, aseguró, la toma de huellas de los romaníes es "inaceptable" e "ilegal".

Finalmente, Soros pidió a los Estados miembros y a la sociedad que no vean la integración de los romaníes "como un problema de seguridad", porque "abordarlo (desde ese punto de vista) solo agravará la situación".

La Comisión Europea dio a principios de mes su visto bueno a la decisión del Gobierno de Silvio Berlusconi de recoger las huellas dactilares de los gitanos que viven en campamentos instalados en el país, al considerar que esta medida quedará "limitada" a los casos en los que la identificación no sea posible mediante "otros documentos" de identidad.

Varias ONG europeas --entre ellas la Fundación Secretariado Gitano, Amnistía Internacional, la red europea contra el racismo y el European Roma Rights Centre-- acusaron la semana pasada a Bruselas de aceptar una versión "suavizada" de las medidas inicialmente propuestas por el Ejecutivo italiano.