Azkarraga apuesta por el diálogo con ETA y dice que la negociación entre la banda y el Gobierno se puede volver a retoma

Europa Press Nacional
Actualizado: jueves, 20 noviembre 2008 13:09

MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

El consejero de Justicia y Trabajo del Gobierno vasco, Joseba Azkarraga, incidió esta tarde en que la solución al denominado "conflicto vasco" pasa por "la vía del diálogo" entre el Gobierno y la banda terrorista ETA, unas negociaciones que, según destacó, es "algo que se puede volver a retomar en el futuro".

Durante la presentación en Madrid de sus memorias 'Euskadi sin renuncias. Un ideal posible', Azkarraga admitió que durante el último proceso de paz, etapa en la que comenzó a escribir el libro, creyó que "la pasión por la libertad, por una convivencia distinta y pacífica" en la que creía en sus inicios en la política, durante la época de Franco, "podía llegar a verse culminada". Sin embargo, comprobó "que finalmente no podría contar la paz" en esta obra.

Arropado por la ex concejal madrileña Cristina Almeida y el magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Joaquín Giménez, el consejero vasco definió su libro como "una visión personal" del momento que le ha tocado vivir y en el que ha participado "con el ánimo de servir" a su país desde una perspectiva personal afincada en 30 años de experiencia en la política. "No he pretendido hacer una historia oficial, es una contribución que no se muerde la lengua. Transmito todo ello desde mi percepción, y no tiene que ser la única", aseveró.

En el libro, el político vasco habla de una Euskadi sin renuncias y de un ideal posible desde la perspectiva "de quien cree" que los vascos merecen y pueden "conseguir un futuro absolutamente diferente" al que viven en estos momentos y porque está convencido de que se puede lograr la Euskadi que le transmitieron sus padres y abuelos "desde un trabajo digno, coherente, guiado siempre por principios y por prácticas democráticos".

Azkarraga repasa toda su trayectoria política en el PNV y en EA, incluida su retirada al ámbito privado desde 1993, cuando dejó su puesto en el Parlamento, y de su vuelta en el año 2001, pero centra su atención en "capítulos especiales" dedicados a acontecimientos especiales. El consejero se refirió especialmente a las conversaciones de 'Txiberta' celebradas durante los meses de abril y mayo de 1977 que "pudieron ser, sin duda, el inicio del fin de la violencia". "Se nos fue de las manos y fracasamos", apostilló.

CAPÍTULOS TENEBROSOS

Asimismo, afirmó haber vivido "capítulos tenebrosos" como la quiebra del Estado de Derecho en la "ignominiosa creación de los GAL". "Con ser denunciables los sucesivos recortes de una mal entendida libertad que van minando libertades y derechos individuales, nada hay más repugnante que ese indecente atajo para combatir el terrorismo que fueron los GAL". Azkarraga criticó una vez más que no se investigara este episodio hasta el final, y se mostró seguro de que hablar de "este asunto escuece hoy en día".

Por otro lado, recordó de manera crítica "los portazos continuos del Gobierno de España a las ansias de libertad" del pueblo vasco, aunque también incidió en "auténticos momentos de esperanza", como la aprobación del Estatuto vasco, la lucha contra la violencia, la apuesta de la reinserción de presos etarras o la búsqueda de la paz desde un "diálogo sin exclusiones".

El consejero vasco quiso presentar la acción política como un medio "para hacer mejor la vida" de los conciudadanos y para "garantizarles el disfrute de todos sus derechos", reconociendo que en su camino ha habido errores y algún acierto. "Mi vida ha sido el trabajo por un ideal posible, porque es plenamente democrático, porque es respetuoso con los derechos y las libertades de todos. El futuro no está escrito, y lo tenemos que escribir entre todos y entre todas", concluyó.

Por su parte, Almeida habló de una "democracia con zonas oscuras" tanto en la izquierda como en la derecha, zonas que le hacen identificarse "con el enorme dolor de muchas de las causas" que Azkarraga defendió. La ex conejal definió al consejero vasco como "un hombre entre la democracia y el valor, entre los derechos humanos y las libertades más profundas".

"He visto toda la evolución del País Vasco y me ha dado tiempo a comprender la profunda sinceridad e hipocresía del propio País Vasco y del Estado español. Yo no voy agarrada a una bandera, sí estoy en España y me gusta esta España diversa", finalizó.

Asimismo, el magistrado Joaquín Giménez reivindicó que respecto al País Vasco "el problema no son los fines, sino los medios, porque el tiro en la nuca deslegitima el fin", y defendió que la filosofía correcta viene por el hecho de que "la bondad del medio habla de la bondad del fin".

Asimismo, se refirió a su etapa en la judicatura en el País Vasco y definió la justicia vasca como una "justicia escoltada", aunque remarcó que los jueces que están allí "están porque quieren". De Azkarraga apuntó jocosamente que "se puede caminar tranquilo a su lado, por su fe inquebrantable en la democracia".

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