Foto: EUROPA PRESS
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MÉRIDA, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Extremadura (UEx) han alertado de que junio es un "mes clave" para evitar que se propague en los castaños la plaga de avispilla, por lo que aconsejan revisar tanto los castaños dedicados a la producción como los destinados a fines ornamentales que brotan este año.
La avispilla del castaño, cuyo nombre científico es 'Dryocosmus kuriphilus', partió desde Asia hacia Italia hace casi una década, a través de material vegetal infectado y, desde entonces, se ha expandido por varios países de Europa, mientras que en España, los castañicultores ya habían detectado hace algún tiempo la presencia de esta plaga en regiones de Málaga y Cataluña.
En el caso de Extremadura, "ha sido este año cuando han saltado todas las alarmas" en los campos de la región, donde se han encontrado algunos focos de este insecto que, de "no tomarse las medidas oportunas, puede provocar daños económicos importantes", según informa la Universidad de Extremadura en nota de prensa.
Así, y a la luz de los descensos de la producción registrados en otros países europeos, el sector de la castaña de Extremadura "vive momentos de preocupación", por lo que cooperativas, productores y administración pública ya han puesto en marcha controles y campañas informativas.
Es más, desde el ámbito científico el mensaje que lanzan los investigadores es que "hay que estar alerta, sobre todo en lo que queda de mes de junio".
Ante esta situación, investigadores de la Escuela de Ingeniería Forestal y del Medio Natural del Centro Universitario de Plasencia, de Ángela Martín y Raúl Bonal, explican que la región se encuentra en el año 1 de la plaga, y es muy probable que todavía no haya adultos de avispilla (o haya muy pocos) haciendo puestas", por lo se puede intentar pararla antes de que se expanda.
IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN
Para ambos investigadores, la clave ahora pasa por la prevención. Por eso, aconsejan que toda aquella persona que haya plantado un castaño debe vigilar y controlar el desarrollo de los brotes. Hay muchos castaños plantados por toda la región y, más allá de la labor de vigilancia que pueda hacer la administración, es imprescindible que los propietarios se impliquen en esta tarea.
Además, han destacado que no hay que revisar todos los castaños, sólo los pequeños que se hayan plantado y que vayan a brotar por primera vez este año.
Para detectar que este insecto, originario de China, ha causado daños a la planta, el primer síntoma que debe tenerse en cuenta, según los expertos, es la aparición de una diminuta bola carnosa (agalla) en una hoja o en un brote. Si esto se produce, explican Martín y Bonal, se debe cortar la rama, destruirla por completo y acto seguido comunicarlo a la cooperativa local o a las autoridades de sanidad vegetal competentes.
Apuntan que Si no se actúa rápido, la rama no se corta y se destruye antes de que la larva termine su desarrollo, el adulto puede salir de la agalla y volar a ramas altas, o castaños silvestres, donde no serán controlables.
Por eso, es necesario acabar con las larvas antes de que abandonen la agalla. Este año las agallas están todavía en castaños pequeños, recién puestos, que se pueden revisar bien. Eso sí, se debería comenzar a revisar desde ya, porque en julio puede que sea ya demasiado tarde, explican los expertos.
