Extremadura es la región con menor implantación del testamento vital

Actualizado: domingo, 25 octubre 2015 18:03

BARCELONA, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Un total de 192.976 españoles, un 0,4% de la población, dispone de documento de voluntades anticipadas (DVA), según datos del Ministerio de Sanidad de octubre de 2015, y Extremadura es la comunidad con menor implantación, con 1,26 por cada mil habitantes.

   El testamento vital es un documento en el que el paciente refleja previamente sus deseos en el tratamiento médico a recibir en caso de posteriormente encontrarse en una situación de incapacidad para poder decidir, y puede nombrar a un representante.

   El doctor en Medicina de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y miembro del consejo asesor del Grupo Mémora, Josep Arimany, explicó esta semana en una conferencia que la tasa del 0,4% está muy lejana de países anglosajones, como Estados Unidos, donde depende del estado tienen porcentajes de implantación de entre el 40% y 45%.

   Catalunya, donde primero se legisló en 2000, es la comunidad autónoma con una mayor implantación del documento, con 58.112 registrados y un porcentaje de implantación de 7,73 por cada 1.000 habitantes, casi doblando la media estatal de 4,13 por cada 1.000.

   Después de Catalunya, se sitúa el País Vasco, con una tasa de implantación de 7,08 por cada 1.000 habitantes, y La Rioja, con un porcentaje de 6,21.

   A la cola de implantación, se sitúan Galicia, con un 1,63 por cada 1.000 habitantes, y Extremadura, con 1,26.

   Por edades, del total de 192.976 personas, cerca de la mitad, 88.122, son mayores de 65 años; 60.067 entre 51 y 65 años; 39.452 entre 31 y 50 años; 5.299 entre 18 y 30 años, y 36 son menores, de aquellas comunidades que lo permiten.

   Arimany ha lamentado la "poca implantación" del documento así como el gran desconocimiento de su existencia, y ha pedido que tanto desde las administraciones como entre los profesionales médicos se haga una mayor difusión del mismo.

   Ha defendido su utilidad por que es un instrumento que aumenta el conocimiento, posibilita la interpretación de los deseos de la persona, permite la planificación anticipada de atención sanitaria, evita a aplicar procedimientos no deseados y ayuda a descargar a la familia.