MÉRIDA, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Puente Lusitania en Mérida será sometido a labores de conservación por "diversos deteriores" que sufre desde su puesta en servicio a finales de 1991, unas obras que se ejecutarán en el último trimestre de este año 2018 y tendrán un coste aproximado de 100.000 euros.
Los "deterioros" han sido causados "en unos casos por el uso de la infraestructura y el efecto del paso del tiempo", mientras que en otros son "fruto de actos vandálicos".
Por este motivo, los elementos sobre los que hay que actuar son tanto estructurales, de hormigón, pretil metálico y anclajes de los tirantes, como funcionales, de acerados, barandilla e imbornales.
La Dirección General de Infraestructuras de la Junta de Extremadura ha considerado necesario realizar estas labores, que se realizarán en coordinación con el Ayuntamiento de Mérida, tras una revisión técnica que se ha realizado del Puente Lusitania.
OBRAS A REALIZAR
Así, y según informa la Junta de Extremadura, con respecto a los paramentos de hormigón y para que "recuperen la vistosidad inicial" se va a proceder a la eliminación de grafitis y la suciedad en general recurriendo a medios manuales y/o auxiliares abrasivos como el chorro con arena.
Por su parte el pretil metálico presenta zonas de óxido y grafitis, mal estado de algunas soldaduras y galvanizado, así como algunos anclajes sueltos, y como en el caso anterior se eliminarán los grafitis así como el óxido existente.
Además, se repasarán las soldaduras y el galvanizado en mal estado y se coserán al tablero los anclajes sueltos, y una vez concluidas estas operaciones se procederá al repintado del pretil.
Con respecto al sistema de atirantamiento del mismo, el puente posee 23 pares de tirantes, los cuales se encuentran anclados al tablero, y debido a la "presencia continua del río, el cual produce condiciones de humedad muy alta, y a las filtraciones de agua proveniente de la lluvia, se requiere la rehabilitación de dichos elementos".
Para ello se eliminará el óxido existente en cualquier zona exterior de los tirantes mediante medios manuales y/o auxiliares abrasivos como el chorro con arena, "en función del grado de oxidación y deterioro existente, incluido su posterior repintado", señala el Ejecutivo regional.
Con respecto a los elementos funcionales, se volverán a solar aquellas zonas del acerado que presentan deterioros en el pavimento, se procederá a la limpieza y repintado de las barandillas y se acondicionarán los imbornales mediante su limpieza y la restitución de las rejillas en aquellos casos en los que sea necesario.
Para la realización de las actividades descritas con anterioridad será necesario la utilización de medios especiales de acceso, como camiones-grúa, grúa-cesta especial de gran alcance, bomba para el chorro de arena y el corte de los carriles interiores de cada sentido para la correcta ejecución de los trabajos.
