Ve la disolución de chiringuitos "un lavado de cara", ya que la Xunta no asumirá sus servicios sino que los contratará con "empresas privadas"
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Executiva Nacional de la CIG-Autonómica ha alertado este miércoles de que la Xunta podría despedir a "unos mil" trabajadores temporales e interinos que serán sustituidos por el personal laboral fijo de las entes instrumentales de la Xunta que sean objeto de extinción.
Podrá hacerlo, tal y como ha denunciado el secretario nacional de CIG-Autonómica, Fernando García, en base a un borrador de decreto pendiente de aprobación, que desarrolla lo pactado por el Gobierno gallego y los sindicatos UGT, CC.OO. y CSI-CSIF en la Ley de organización y funcionamiento de la Administración general y el sector público de Galicia (Lofaxga).
Este decreto, según ha advertido en rueda de prensa, diseña un sistema de integración del personal que conlleva "una importante pérdida de empleo público" al tiempo que plantea "dudas sobre su legalidad", ya que las "reglas" de acceso a la Función Pública son "muy concretas".
En cuanto al total de trabajadores afectados, el dirigente nacionalista ha precisado que, en base a los datos a los que ha podido acceder el sindicato, son "entre 222 y 1.600 personas", es decir, una media de casi un millar.
En este sentido, ha censurado el "oscurantismo" de la Xunta, ya que estas cifras han sido extraídas de los formularios en los que se detalla el número de empleados de cada ente instrumental en base a rangos establecidos --entre uno y 10, entre 10 y 49, etc.--.
SUPRESIÓN DE "CHIRINGUITOS"
Si bien los cinco miembros de la dirección de la federación del sector público de la CIG se han mostrado "de acuerdo" en la supresión de "chiringuitos", han hecho hincapié en que su personal no puede sustituir al ya existente en la Xunta y han propuesto que se creen nuevas plazas para evitar la destrucción de empleo.
"No es aceptable que estos trabajadores ocupen los puestos de los interinos", ha subrayado Manuel Gallardo Canitrot, quien ha expresado su "temor" de que esta medida tenga el apoyo del resto de los sindicatos.
En todo caso, ha opinado que el despido de los empleados se debe a que, pese a la disolución de la administración paralela, la Xunta no se hará cargo de esos servicios públicos, sino que se contratarán con empresas privadas. "La eliminación de chiringuitos es sólo un lavado de cara", ha denunciado Xerardo Alvaredo.
De este modo, según Mar Peteira, "se destruye empleo público para dar dinero a empresas privadas" que prestarán los servicios con "una calidad inferior" y unas condiciones laborales a sus empleados "inferiores". Para la Xunta, en cambio, no habrá "racionalización del gasto" y sí, en palabras de Uxío Zabala, "privatización" de los servicios públicos.
"NEPOTISMO Y CACIQUISMO"
Al margen de estas cuestiones, Mar Peteira ha advertido de que el personal de los "chiringuitos" tampoco tiene "garantías" sobre su inserción en la Xunta, ya que "decidirá la consellería de turno" y, así, habrá "unos privilegiados y otros no".
Esto se debe a que, según ha explicado Gallardo Canitrot, el borrador de decreto fija los criterios generales para facilitar la integración del personal de la administración paralela, pero cada consellería regulará cómo articular este proceso a medida que se vayan disolviendo entidades.
A su juicio, esto provocará "prácticas caciquiles y nepotismo" en función de que cada trabajador "le caiga bien al conselleiro o no". De igual forma, Fernando García ha concluido que ésta "no parece la forma correcta de afrontar los problemas de los entes instrumentales" y ha lamentado la escasa "eficacia en la gestión del PP".
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