Una madre de Catoira acusa a Educación de vulnerar los derechos de su hija discapacitada por trasladarla de centro

Actualizado: martes, 19 agosto 2008 18:16

Educación justifica que la menor estudie en un centro de Educación Especial en Vilagarcía porque su nivel curricular es infantil

CATOIRA (PONTEVEDRA), 19 Ago. (EUROPA PRESS) -

Una madre de Catoira acusa a la Delegación de la Consellería de Educación en Pontevedra de vulnerar los derechos de su hija con discapacidad física e intelectual por trasladarla del centro de Infantil de la localidad en el que cursaba sus estudios a uno de Educación Especial en Vilagarcía.

Mónica Sumay, madre de Alejandra, denunció hoy que Educación impide a su hija continuar su formación en un Instituto de la ESO de Catoira y le asignó un centro de Educación Especial en Vilagarcía. Aseguró que la experiencia de integración que ha tenido su hija en la enseñanza primaria ha sido "muy positiva" y dijo temer que el cambio de localidad y de modelo educativo pueda resultar perjudicial para su desarrollo.

La familia de la menor, con el apoyo de la abogada Ánxela López, denuncia la resolución adoptada por la Administración gallega y avanza se opondrá a ella. "Creo que la decisión de la Delegación de Educación es discriminatoria porque en ningún momento se ha valorado lo que le puede perjudicar a Alejandra", apuntó hoy la madre. "Le quiero recordar que rectificar es de sabios y que siempre tiene que valorar lo mejor para ella", añadió.

Como argumentos a favor de que Alejandra continúe sus estudios de ESO en el mismo colegio de Catoira donde ha cursado Primaria y donde continúan sus hermanos y amigos, Mónica Sumay alega "una experiencia de integración que ha sido "muy positiva" y que ha marcado una importante evolución en su desarrollo personal. "Es una niña feliz y tiene unos compañeros excepcionales", aseguró la madre, quien resaltó el comportamiento y respeto de estos con su hija.

MONITORES DE APOYO

Mónica Sumay sostiene que su hija podría continuar sus estudios en la ESO sin mayores problemas, siempre que cuente con los apoyos adecuados, que se concretarían en la presencia de monitores de apoyo en el aula. Cree que es este punto el que ha motivado la resolución de la Delegación de Educación, dado que algunos profesores se habrían mostrado contrarios a la presencia de los monitores en sus clases.

Entiende como "muy respetables" los informes técnicos en los que Educación fundamenta su decisión de enviar a Alejandra a un centro de Educación Especial, pero cree que no se ha valorado las consecuencias de esta decisión en el comportamiento y el desarrollo de su hija.

La madre de Alejandra, que agradece las llamadas y mails de apoyo que ha recibido, señaló que se ha recurrido la resolución y está dispuesta a llegar "donde sea necesario para que los derechos de su hija como ser humano sean reconocidos".

INFORME TÉCNICO

Por su parte, la Delegación Provincial de Educación de Pontevedra fundamenta la derivación de la niña a un centro de Educación Especial en el informe de escolarización de la alumna elaborado por el equipo de orientación de esta entidad. Este equipo mixto consideró que el salto de Infantil a Secundaria no se adecuaba al nivel de discapacidad que presenta la niña.

La discapacidad de Alejandra es tanto física cómo psíquica, ya que combina retraso cognitivo con lesiones cutáneas. Su minusvalía fue valorada en un 78 por ciento por el equipo técnico de valoración, según informaron fuentes de la Delegación de Educación de Pontevedra.

Frente a lo que sostiene la familia, Cristóbal Fernández, delegado provincial de Educación de Pontevedra, cree que la decisión adoptada es correcta y la más adecuada para el desarrollo educativo de la joven. "Estamos hablando de una alumna con una adaptación curricular a nivel infantil que pasaría a un curso de la ESO".

SOBREPROTECCIÓN

"Es una niña con unas necesidades educativas especiales y necesita ir a un centro que atienda a esos requisitos", aseguró el delegado provincial. Asimismo, añadió que el problema viene de atrás y que esta medida debería haberse adoptado hace tiempo, algo que no fue posible porque cuando se proponía derivar a la alumna a un centro de Educación Especial siempre se encontraban con la negativa de los padres.

El delegado reconoció que entiende que se trata de una cuestión afectiva y de sobreprotección por parte de los progenitores. "La quieren mucho, pero le hacemos un flaco favor a la niña", declaró. "La madre no lo entiende, se negó siempre a que repitiera curso y quería que fuera como los demás en todo, pero es imposible", dijo.

Fernández recordó que también hubo problemas cuando salió a concurso la plaza de la cuidadora que la niña tenía asignada como apoyo en el centro educativo, ya que la plaza fue asignada a un hombre. La familia solicitó entonces que se cambiara la asignación a una persona de sexo femenino.

La familia presentó un recurso contra la escolarización de la niña en un centro de Educación Especial, que todavía está pendiente de resolución. Durante la semana pasada y en los últimos meses ambas partes mantuvieron diversas reuniones sin llegar nunca a un acuerdo sobre este punto.