Adiós a un patrimonio cultural "irremplazable" en Siria e Irak

El Estado Islámico destruye la ciudad de Hatra (Irak)
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Actualizado: sábado, 27 junio 2015 12:09

Apenas se recupera el 10% de los bienes culturales robados

   MADRID, 27 Jun. (EDIZIONES) -

   Las guerras en Siria e Irak han dejado, además de un reguero de sangre, pérdidas millonarias en un patrimonio cultural "irremplazable" que en el mejor de los casos solo se recuperará al 10 por ciento porque la mayoría ha sido desviado al mercado negro para financiar a los grupos armados.

   La pérdida del patrimonio cultural es una de las consecuencias más habituales y, sin embargo, menos aireada por la prensa internacional en la cobertura de conflictos armados, pero los casos de Siria e Irak han supuesto una trágica excepción por la amplia destrucción de sus antigüedades.

   Este fenómeno silencioso llamó la atención internacional el pasado mes de marzo cuando el Estado Islámico arrasó la ciudad de Nimrud (Irak), una de las capitales del imperio asirio cuyo arte pétreo ha sido venerado en todo el mundo y mencionado en textos sagrados.

   "Los yacimientos arqueológicos de Nimrud han sido destruidos", ha dicho a Europa Press un responsable de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), apuntando en concreto a la demolición de esculturas, bajos relieves y del palacio principal.

   Poco después, el Estado Islámico irrumpía en Hatra (Irak), otra ciudad asiria con templos griegos y romanos aderezados con ornamentación oriental. "De acuerdo con nuestras fuentes, todas las estatuas con representaciones humanas han sido destruidas", ha indicado la UNESCO.

   Ahora preocupa especialmente la toma de Palmira (Siria), conocida como 'la novia del desierto' por su antiguo apogeo como centro neurálgico del comercio regional debido a la convergencia de las caravanas de la ruta de la seda.

   Aquí el Gobierno de Bashar al Assad, que prácticamente rindió la ciudad a la organización terrorista, aseguró que pudo evacuar a tiempo cientos de estatuas, pero la UNESCO sostiene que muchas han sido destruidas.

   La UNESCO ha advertido de que podría considerarse un "crimen contra la Humanidad" porque el patrimonio cultural de estos países, cuna de civilizaciones, "es irrempazable". "No es solo una pérdida para la población local, sino para todos", ha recalcado.

Ciudad histórica de Palmira

VALOR INCALCULABLE

   Para la organización internacional "es imposible dar valor monetario al patrimonio cultural perdido en Siria e Irak" porque "ninguna estimación sería precisa", a pesar de lo cual es capaz de afirmar que "ciertamente son varios millones de dólares".

   "El valor de la cultura solamente puede calcularse por su importancia para comprender mejor nuestro pasado colectivo, por no mencionar que en situaciones de postconflicto ayuda a la reconciliación y cohesión social para devolver a los pueblos su identidad", ha ensalzado.

   La UNESCO no descarta "recuperar" el patrimonio dañado, al menos en parte, porque depende del grado de destrucción sufrido. "Por ejemplo, en Damasco, muchas casas históricas han sido reparadas, pero la incesante lucha en Alepo no permite iniciar la reconstrucción", ha explicado.

   A la espera de su posible intervención, una vez acabada la guerra, la UNESCO reúne ya a grupos de expertos en patrimonio cultural para elaborar planes de reparación y reconstrucción con la ayuda de técnicos de todo el mundo y también de los gobiernos de Siria e Irak.

Milicianos del Estado Islámico

FINANCIACIÓN TERRORISTA

   Al margen de la pérdida cultural, la comunidad internacional observa con gran preocupación la devastación en estos países porque muchos de los bienes supuestamente destruidos acaban en los flujos del mercado negro y sirven de fuente de ingresos a las organizaciones terroristas.

   El patrimonio cultural "acaba en redes que no pueden identificarse" en una cantidad que la UNESCO ha rehusado detallar pero que sería "considerable" y de la cual "suele recuperarse menos del 10 por ciento a lo largo de los años".

   Especial atención merecen las excavaciones ilegales en yacimientos arqueológicos, una tendencia creciente en Siria. En estos casos es más difícil rastrear los bienes robados porque "no hay registros", lo que deja como única alternativa el aviso a los compradores habituales de arte sobre los objetos procedentes de zonas en conflicto.

   Los bienes robados de museos o centros culturales, aunque tampoco se recuperan fácilmente, sí ofrecen más expectativas porque los inventarios permiten identificarlos claramente y dar aviso a las autoridades locales y a Interpol y otras agencias internacionales.

Ciudad asiria de Nimrud

VÍDEOS FALSOS

   La mayoría de los bienes culturales desviados al mercado negro por los grupos armados que actúan en Siria e Irak proceden de robos, pero expertos en yihadismo han alertado de que muchos vienen directamente de las ciudades antiguas saqueadas, pese a su aparente destrucción.

   Estado Islámico también se habría valido de su aparato propagandístico para estos fines. Así, en los últimos meses ha difundido varios vídeos en los que los milicianos de negro destruyen esculturas y otros objetos artísticos, pero que serían réplicas de los originales.

   "Sabemos que se han destruido piezas falsas, pero también originales", ha admitido la UNESCO, aunque matizando que "es muy difícil verificar la información" por la imposibilidad de acceder a los lugares saqueados debido a  "razones evidentes".

   La ONU recurre en estos casos a una red de "fuentes independientes" sobre el terreno, al intercambio de Inteligencia, a imágenes por satélite e incluso a los ministerios de Cultura de Siria e Irak, para verificar estas imágenes.

   El objetivo del Estado Islámico sería asentar la creencia de que ciertos bienes culturales han sido destruidos para que se relajen los controles sobre los mismos en el mercado internacional y venderlos con mayores facilidades.

Destrucción del Estado Islámico

UNA BATALLA PERDIDA

   La UNESCO se ha mostrado consciente de que la mayor parte de este patrimonio cultural se ha perdido para siempre y, lo que es peor, que las herramientas para luchar contra este tipo de tráfico ilegal son escasas e ineficaces.

   "Fortalecer la cooperación internacional, diplomática y legal es vital para controlar e investigar posibles casos de tráfico ilegal", ha destacado, mencionando los esfuerzos de Interpol y de la Organización Mundial del Comercio (OMC), además de los suyos propios.

   Las campañas de concienciación "son también un canal clave para sensibilizar a la población y recabar su colaboración". A este respecto, ha recordado la realización de varios anuncios sobre la situación del patrimonio cultural en Siria e Irak.

   Con todo, se han producido pequeños avances en los últimos meses. En Irak se ha reabierto el Museo de Bagdad después de recuperar unas 5.000 de las 15.000 piezas robadas. Además, las autoridades de Líbano, Turquía y Reino Unido han recuperado varios objetos procedentes de Irak y Siria.

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