SEÚL, 7 Abr. (Reuters/EP) -
Algunos colegios de Corea del Sur no han abierto este jueves por temor a la radiación contenida en la lluvia que ha caído en buena parte del país, a pesar de que el Instituto de Seguridad Nuclear de Corea (KINS) ha garantizado que no supone un riesgo inmediato para la salud.
"Hemos enviado hoy un comunicado oficial en el que se dice que las escuelas deben abstenerse de hacer actividades al aire libre", ha asegurado una fuente cercana al caso. Las autoridades competentes pidieron además a los directores de los centros educativos que fueran prudentes a la hora de suspender dichas actividades para no alarmar a los padres.
Muchos coreanos llevan máscara por la calle. Además muchos padres han preferido llevar a sus hijos en coche a los colegios, antes de que recorrieran el trayecto andando o en transporte público.
El KINS, citado por la agencia Yonhap, admite que se han detectado partículas de cesio y yodo en la lluvia caída sobre la isla de Jeju, al sur del territorio continental.
Estas partículas estarían flotando en el aire durante las últimas tres semanas, antes de evaporarse junto al agua y entrar en la composición de las nubes. El KINS y los expertos médicos han querido tranquilizar a la población al asegurar que la cantidad registrada no supone un riesgo para la salud.
La agencia meteorológica estatal prevé que la corriente atmosférica sobre Japón se dirige hacia el este, lo que dificulta que nuevas partículas desprendidas por la central de Fukushima-1 lleguen a la península de Corea, situada al oeste.
Las autoridades surcoreanas han formado un equipo ministerial extraordinario para garantizar la salud pública y alimentaria. De hecho el presidente, Lee Myung Bak, ha ordenado incrementar las inspecciones sobre la comida procedente de Japón.
"La gente tiene unas altas expectativas en lo que concierne a la seguridad alimentaria, con lo que la inspección de los alimentos importados debe ser llevada a cabo de forma muy precisa", ha declarado en una visita a la Administración de Alimentos y Estupefacientes de Corea.
En los últimos días Seúl y Pekín denuncian que Tokio no les informado sobre el vertido deliberado de agua radiactiva al mar frente a la central nuclear de Fukushima-1, una medida que no ha cesado dada la grave situación que se vive en la planta.
