MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
Dos años y medio después del hundimiento del Costa Concordia se produce al reflote del barco en el que fallecieron 32 personas (entre ellas el español Guillermo Gual). Una operación en la que particpian en estos días empresas de ingeniería italianas, alemanas y estadounidenses, y que ha costado unos 1.500 millones de euros.
Para recuperar el que fuera el barco más grande de Italia (tenía nada más y nada menos que 17 pisos y pesaba 114.000 toneladas) se diseñó un plan que ha comenzado esta semana para desencallar, reflotar y desguazar este barco. La nave fue enderezada con éxito en una operación sin precedentes en la historia naval en 2013.
Este lunes se ha comenzado con la operación para reflotar el Costa Concordia, tardando seis horas para subirlo a la superficie. Acto seguido se remolcó el barco 30 metros mar adentro en dirección Este.
Ahora se trasladarán sus ruinas hasta el puerto de Génova, donde se procederá al desguace del navío. La fecha de partida de la nave hacia Génova será el próximo 21 de julio, si no se producen retasos en la operación.
DOS AÑOS Y MEDIO DESPUÉS
El viernes 13 de enero de 2012 a las 21.30 horas el crucero Costa Concordia chocaba contra las rocas de la italiana isla de Giglio. Se producía así uno de los accidentes navales más graves de los últimos años, en el que fallecían 32 personas.
En el Costa Concordia viajaban 4.229 personas, de las cuales 3.209 eran viajeros de 62 nacionalidades, 177 españoles iban a bordo. El número de rescatados superó la capacidad de hospedaje de la pequeña isla, donde se tuvieron que habilitar espacio en guarderías, colegios e incluso iglesias para acoger a los rescatados.
El buque navegaba frente a la Isla de Giglio en el momento de la catástrofe, procedente de Civitavecchia, de donde había salido como inicio de un crucero de siete días. El choque se produjo por la imprudencia del capitán, Francesco Schettino, que quiso acercarse demasiado a la isla sin el sistema de navegación computarizado del barco, variando la ruta establecida.
El capitán afronta actualmente un proceso judicial en el que se le acusa de homicidio culposo múltiple, abandono de la nave y naufragio. También se le acusa de no haber informado inmediatamente a las autoridades portuarias de la colisión. El capitán está a la espera de una resolución judicial y afronta una condena máxima de 20 años de prisión.
