Actualizado: sábado, 16 abril 2016 4:31

MADRID, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -

La organización en defensa de los Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW) ha acusado a las fuerzas ubicadas en la frontera de Turquía de utilizar munición real para ahuyentar a los refugiados que huyen de la violencia en Siria.

"Mientras que los civiles huyen de los combatientes de Estado Islámico, Turquía está respondiendo con munición real en lugar de con compasión", ha denunciado Gerry Simpson, investigador senior sobre refugiados para HRW.

Simpson ha lamentado que a pesar de que "el mundo entero está hablando de la lucha contra el Estado Islámico, las personas con mayor riesgo de convertirse en víctimas de sus aberrantes abusos se encuentran atrapados en el lado equivocado de un muro de hormigón".

El pasado jueves, la organización mantuvo conversaciones con los representantes de varios campamentos de refugiados y con varios desplazados sirios que habían estado alojados en campamentos que fueron tomados por el grupo terrorista o que estaban cerca de la línea del frente. Todos los residentes aseguraron que querían huir, pero que el cierre de la frontera les deja sin ningún lugar a donde ir.

Algunos incluso se quedaron en los campamentos tomados por el Estado Islámico porque temían no encontrar refugio en otra parte, mientras otros decidían regresar a sus hogares, a pesar de que saben que no son zonas seguras.

El campamento de Ikdah, en la frontera turca, que albergaba a unas 10.000 personas, fue tomado el pasado jueves por el grupo terrorista, según su responsable. Los combatientes comenzaron a lanzar disparos al aire y pidieron a los residentes que huyeran.

RELATO DE UN REFUGIADO

"Al amanecer escuchamos disparos cerca del campamento", explica un residente del campamento a HRW. "Poco después, llegó Estado Islámico y con un altavoz nos dijo que nos fuéramos. Nos dijeron que no teníamos nada que temer y que debíamos ir hacia el este, a territorio bajo su poder", añade.

"Abandonamos el campamento, pero nos fuimos hacia el norte, a través de los olivares, en dirección a la frontera turca. Éramos unos 2.000", relata. "Según nos íbamos acercando a la frontera, veíamos a los soldados en una colina detrás del muro y simplemente, empezaron a dispararnos", añade.

Este sirio asegura que le dispararon a los pies y que entonces "todo el mundo se dio la vuelta y empezó a correr en todas direcciones". "Yo cogí a mi familia y caminé hacia otro (campamento para desplazados) cercano, que se llama 'Al Rayan'. Ahora tenemos miedo porque Estado Islámico también está cerca de este. ¿Pero a dónde podemos ir?", pregunta.

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