CIUDAD DE MÉXICO, 5 Sep. (Reuters/EP) -
Las autoridades que investigan el desplome de un avión de Aeroméxico que acababa de despegar del aeropuerto de la ciudad de Durango han asegurado que el siniestro se debió principalmente a una ráfaga de viento, ya que no existen indicios de fallos humanos o mecánicos.
El director de Análisis de Accidentes e Incidentes de Aviación de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), José Armando Constantino, ha citado la meteorología como el "factor causal probable" de este siniestro, durante una comparecencia en la que ha informado de los avances en las pesquisas.
Varios pasajeros han relatado que tras el despegue, efectuado en medio de una fuerte lluvia, el avión, un modelo Embraer 190, se sacudió antes de caer bruscamente a tierra. Los investigadores elaborarán un dictamen final con las causas del siniestro.
La aeronave, que se dirigía a la capital mexicana, se precipitó a tierra el 31 de julio con 99 pasajeros y cuatro tripulantes a bordo. A pesar de la espectacularidad y la magnitud del accidente, ninguna persona perdió la vida y la mayoría salió por su propio pie.
