Joseph Kabila
REUTERS / KENNY KATOMBE
Publicado: viernes, 26 enero 2018 18:54

KINSHASA, 26 Ene. (Reuters/EP) -

El presidente congoleño, Joseph Kabila, ha rechazado este viernes que sus fuerzas hayan reprimido violentamente las protestas en su contra de las últimas semanas, usando su primera rueda de prensa en seis años para acusar a los manifestantes de atacar a la Policía y de provocar incendios.

Al menos seis manifestantes murieron y decenas resultaron heridas el domingo por la intervención de las fuerzas de seguridad para reprimir las protestas convocadas por una organización católica laica.

"No estoy y (...) nunca estaré en contra de protestas pacíficas por parte de los partidos políticos", ha afirmado Kabila en la rueda de prensa celebrada en el palacio presidencial. "Pero (no) si una manifestación política busca quemar, matar a policías (...) incendiar las cosas", ha añadido.

La supresión de las protestas, desencadenadas por la negativa de Kabila a dimitir pese a que su mandato expiró en diciembre de 2016, ha provocado el malestar de la Iglesia católica y los grupos de derechos civiles y la condena de las potencias occidentales. Kabila accedió al poder en 2001 tras el asesinato de su padre, el presidente Laurent Kabila.

Las elecciones para elegir a su sucesor han sido aplazadas repetidamente, provocando el que sus oponentes le acusen de minar el proceso para aferrarse al poder, un cargo que ha negado. En virtud de un acuerdo mediado por la Iglesia entre Kabila y la oposición, el presidente debía dimitir a finales de 2017, allanando el camino para la celebración de elecciones a principios de 2018, pero renegó de lo acordado y finalmente las elecciones no se celebrarán antes de diciembre de este año.

Preguntado sobre la cita electoral, Kabila ha subrayado que corresponde a la comisión electoral el fijarla. "No hay garantías al margen de las ofrecidas por la Comisión Nacional Electoral Independiente (CENI)", ha subrayado. "Las elecciones seguirán adelante", ha añadido.

Sus detractores también sospechan que podría tratar de organizar un referéndum para cambiar la Constitución y poder seguir en el cargo, como han hecho los presidentes de los vecinos Uganda, Ruanda y República del Congo, pero Kabila no lo ha negado ni desmentido.

"No he visto en el calendario de la CENI en ningún sitio que esté planeada la organización del referéndum", ha señalado, al ser preguntado al respecto. Sí se ha quejado de que los 1.200 millones de dólares que costará organizar las elecciones le parece una cifra "exorbitante".

El presidente también se ha referido a la Misión de la ONU en el país (MONUSCO), que en ocasiones ha ayudado al Gobierno frente a los grupos rebeles pero que ahora también se ve obligada a refugiar a civiles frente a las fuerzas congoleñas.

"Tenemos que aclarar nuestras relaciones con la MONUSCO en los próximos días", ha afirmado. "Espero que (...) no consideren a Congo como un país bajo el tutelaje de Naciones Unidas", ha añadido, sin entrar en detalles.

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