Antonio Tajani, Matteo Renzi, Matteo Salvini y Luigi di Maio
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 2 marzo 2018 12:13

El centro-derecha parte con ventaja para imponer su candidato pero podría terminar habiendo una gran coalición o nuevos comicios

MADRID, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -

En los últimos cinco años los italianos han tenido tres primeros ministros y ninguno de ellos fue el elegido en las elecciones de febrero de 2013, en las que el Partido Democrático fue el más votado pero su cabeza de lista, Pier Luigi Bersani, no fue nombrado presidente del Consejo. En los comicios de este 4 de marzo, tampoco está claro que el más votado en las urnas vaya a ser el nuevo inquilino del Palazzo Chigi.

Por ahora, los sondeos apuntan a una probable victoria del bloque de centro-derecha liderado por Forza Italia, el partido del sempiterno Silvio Berlusconi, que ha vuelto con fuerza a la escena política italiana. El empresario ha sido uno de los protagonistas de la campaña electoral pero no puede optar al que sería su cuarto mandato al frente de Italia, toda vez que tiene prohibido ocupar cargos públicos hasta 2019 por una condena por fraude fiscal.

El veterano político, de 81 años, sigue despertando pasiones entre buena parte del electorado y tras el retroceso experimentado en las pasadas elecciones, ha conseguido aupar a Forza Italia de nuevo a la primera línea política. La incógnita sobre quién sería el candidato de Forza Italia no se desveló hasta este jueves, aunque era desde hacía días un secreto a voces: Antonio Tajani, actual presidente del Parlamento Europeo y muy cercano a Berlusconi, con quien fundó en 1994 el partido.

Para Berlusconi, Tajani es la persona adecuada, sobre todo porque considera que con él al frente del Gobierno, Italia podría hacer valer mejor sus intereses y que se escuche su voz en Europa. V Hasta este jueves, Tajani se había dejado querer pero no había querido hacer oficial su candidatura, temeroso quizá de seguir los pasos de su antecesor en el cargo, el alemán Martin Schulz, que dejó la Eurocámara para liderar a los socialdemócratas alemanes y ser candidato a la Cancillería y logró el peor resultado de la historia de su partido en las elecciones de 2016. Finalmente, Schulz ha dejado el liderazgo del partido, tras tener que desdecirse en que nunca gobernaría con la canciller, Angela Merkel.

SALVINI QUIERE DAR LA SORPRESA

Como compañeros de viaje, Berlusconi ha elegido a los ultraderechistas de la Liga (la antigua Liga Norte) y a Hermanos de Italia (FDI, por sus siglas en italiano), así como a Nosotros con Italia y la Unión de Centro. Los primeros, con Matteo Salvini al frente, han abandonado su apuesta inicial por el secesionismo del norte y han pasado a adoptar un enfoque más populista, contrario a la inmigración y euroescéptico.

Al frente de la Liga desde diciembre de 2013, Salvini forma parte del nuevo grupo de jóvenes políticos que está copando los principales partidos. A sus 44 años, el eurodiputado ha hecho de la Liga un partido nacional (de ahí la renuncia al 'norte' en su nombre), presentando candidatos en todas las circunscripciones y aspira a poder convertirse en primer ministro, quedando por encima de Forza Italia.

Los sondeos le sitúan en el 13,4 por ciento de los votos, frente al 16,7 por ciento de los de Berlusconi, pero teniendo en cuenta que dejaron de publicarse por ley dos semanas antes de la cita con las urnas, no es descartable una sorpresa, o al menos eso esperan en la Liga.

EL M5S, PRIMERA FUERZA CON DI MAIO AL FRENTE

Dejando las alianzas de lado, la principal fuerza política hoy por hoy es el Movimiento 5 Estrellas. El partido antisistema que fundó Beppe Grillo en 2009 ya logró ser el más votado en 2013, con el 25,5 por ciento de los votos, pero entonces, como seguramente ocurra en estas elecciones, el complicado sistema electoral italiano le privó de la mayoría en el Parlamento y de gobernar.

En esta ocasión, Grillo se ha hecho a un lado y ha dejado paso a otra joven promesa de la política italiana, Luigi di Maio, de 31 años y que aspira a convertirse en el primer ministro más joven de Italia, un país donde la política ha sido durante décadas cosa de veteranos.

Di Maio, que ya fue el diputado más joven de la historia italiana, ha mostrado unas maneras mucho más moderadas que las de su mentor y, si no fuera porque es el candidato de un partido antisistema, "podría pasar por un profesional de la política, de verbo ágil, televisivo y convencional", destaca el 'think-tank' CIDOB. No obstante, tiene complicado ser el nuevo inquilino del Palazzo Chigi, ya que el M5S insiste en no forjar alianzas, al menos por ahora.

MATEO RENZI, UN RETORNO COMPLICADO

El otro candidato con opciones y que irá en las papeletas este domingo es Matteo Renzi. El ex primer ministro busca repetir como jefe de filas del Partido Democrático, tras haber llegado al puesto en febrero de 2014 por la renuncia de Enrico Letta y sin haber sido avalado por las urnas, aunque en su haber cuenta con el 40 por ciento que el partido obtuvo en las europeas de ese año.

Renzi, que fue el primer ministro más joven de Italia al llegar al cargo, ha llevado a cabo una reforma del Partido Democrático, heredero de los antiguos comunistas italianos, que provocó la salida de su ala socialdemócrata, que ha fundado el partido Libres e Iguales (LEI) tras fusionarse con Izquierda, Ecología y Libertad (SEL) y que tiene al frente a Pietro Grasso, antiguo fiscal jefe de Palermo que dio el salto a la política en 2012 y elegido presidente del Senado en 2013.

Su trayectoria hacia el centro del espectro político ha generado división en la izquierda, lo cual podría pasarle factura en las urnas ya que, aunque cuenta con el apoyo de algunos pequeños partidos, en particular de Más Europa de Emma Bonino, su coalición no es a priori tan sólida como la del centro-derecha. No obstante, el PD se sitúa como la segunda fuerza, con el 23,1 por ciento.

Renzi, antiguo alcalde de Florencia, se vio obligado a pasar el testigo en diciembre de 2016, tras el rechazo en referéndum a su plan de reforma política, después de haber ligado sin necesidad a ello el resultado a su futuro político. No obstante, su salida del Gobierno tras pasar el testigo a Paolo Gentiloni, no le dejó fuera de la escena política y logró pactar con Berlusconi la controvertida reforma electoral con la que ahora deberá medir sus fuerzas.

A sus 43 años, Renzi se presenta como el candidato de la izquierda moderada y partidario de "más Europa", que rechaza de plano un eventual pacto con el Movimiento 5 Estrellas o con el centro-derecha para gobernar.

Sin embargo, visto el reparto de fuerzas que auguran los sondeos, aunque la nueva ley electoral ha complicado a las firmas demoscópicas sus predicciones, todo apunta a que del 4 de marzo saldrá un Parlamento dividido, sin un ganador claro con opciones de gobernar.

¿PAOLO GENTILONI DE NUEVO?

Es ahí donde surge otro nombre como posible primer ministro: Paolo Gentiloni. El actual jefe de Gobierno, que no fue refrendado en las urnas, goza de buena reputación entre los italianos --es el líder mejor valorado, con el 47 por ciento-- y su nombre parece sonar con fuerza ante la eventualidad de que no haya acuerdo de gobierno y el país se vea abocado a ir de nuevo a las urnas o incluso para comandar una coalición entre el PD y Forza Italia.

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