BERLÍN, 6 May. (DPA/EP) -
La sección más conservadora de la Unión Cristianodemócrata que lidera la canciller alemana, Angela Merkel, se ha mostrado partidaria de recortar o incluso de retirar las ayudas al desarrollo a aquellos países que no cooperen con Berlín a la hora de expulsar a migrantes a los que se les ha negado el asilo en la potencia europea.
"Las repatriaciones a menudo no llegan a efectuarse porque las personas que deben abandonar Alemania no reciben ningún documento de las embajadas de sus países de origen", ha criticado el jefe de Gobierno de la región de Sajonia, Michael Kretschmer, en declaraciones que hoy publica el dominical 'Frankfurter Allgemeinen Sonntagszeitung'.
"Esto debe tener consecuencias. No podemos estar pagando ayudas al desarrollo y que estos países no se hagan cargo de esta gente", ha agregado Kretschmer.
De la misma opinión se ha mostrado el ministro del Interior de la región de Baviera, Joachim Herrmann, miembro de la Unión Cristianosocial (CSU), el partido hermano de la CDU de Merkel, quien ha propuesto que los pagos a terceros países estén condicionados a su disposición a cooperar con Alemania en procesos de expulsión.
"Un comportamiento poco cooperativo no debería verse favorecido mediante ayudas al desarrollo", ha recalcado.
Alemania debate desde hace días posibles modificaciones en la actual ley de asilo después de un incidente que ha acaparado numerosos titulares: en la región de Baden-Württemberg, en el suroeste de Alemania, al menos 150 refugiados impidieron por la fuerza que la Policía deportase a Italia a un hombre de Togo.
El caso terminó con el joven de 23 años detenido. Desde la organización de ayuda a los refugiados Pro Asyl criticaron posteriormente el incidente, señalando que las autoridades buscaban instrumentalizar el caso como ejemplo de la necesidad de impulsar un endurecimiento de la ley de asilo.
