WELLINGTON, 6 Jun. (Reuters/EP) -
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha trasladado a su secretario de estado, Rex Tillerson, su intención de intentar mejorar las relaciones diplomáticas con Rusia independientemente del contexto político estadounidense, según ha informado este martes el jefe de la diplomacia.
Después de un viaje por Australia y tras una reunión con el primer ministro neozelandés, Bill English, Tillerson ha reiterado el compromiso de Estados Unidos con la región de Asia-Pacífico, cuyos líderes han expresado desconfianza hacia la administración de Trump, quien se ha retirado de varios acuerdos internacionales clave desde que asumió el poder.
"Realmente no puedo hacer comentarios porque no tengo un conocimiento directo", ha dicho Tillerson, que, no obstante, ha subrayado que "el presidente ha sido claro conmigo: no dejes que lo que ha sucedido en el ámbito político te impida el trabajo que tienes que hacer en esta relación".
Las agencias de Inteligencia de Estados Unidos, llegaron a la conclusión en enero de que Moscú intentó interferir en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, una acusación que el Kremlin ha negado. Trump, por su parte, ha rechazado cualquier confabulación, aunque el problema con Rusia ha obstaculizado los primeros meses de su presidencia.
La Administración de Trump ha sido criticada por retirarse del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica y, más recientemente, del Acuerdo de París sobre el cambio climático, clave para Nueva Zelanda. Tillerson ha asegurado que la región de Asia-Pacífico continúa siendo "extremadamente importante" para Estados Unidos, tanto por la seguridad nacional como los intereses económicos.
La visita de Tillerson ha estado marcada por las manifestaciones en torno a la figura de Trump, criticado por la retirada del Acuerdo de París. Al respecto, el secretario de Estado ha asegurado que "la participación a nivel mundial sigue siendo importante", y ha añadido que "vamos a buscar la manera de mantener el compromiso, hay muchas formas de hacerlo".
La visita se produce en un momento en que China, uno de los principales socios comerciales y diplomáticos de Nueva Zelanda, está proyectándose como líder del libre comercio, especialmente en la región de Asia-Pacífico.
