Despliegue de militares tunecinos cerca de la frontera con Libia
ZOUBEIR SOUISS/REUTERS
Actualizado: miércoles, 31 mayo 2017 2:13

MADRID, 31 May. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Túnez ha identificado este martes al terrorista muerto en una operación llevada a cabo el domingo como Sami ben Habib ben Abdesalem Rehimi, de nacionalidad tunecina.

El Ministerio del Interior ha indicado que Abdesalem Rehimi nació en 1993 y era parte de la Brigada Okba Ibn Nafaa, que ha jurado lealtad a la organización terrorista Al Qaeda, según ha informado la agencia estatal tunecina de noticias, TAP.

La Brigada Okba Ibn Nafaa opera principalmente en el monte Chaambi --en la provincia de Kasserine--, desde donde ha lanzado ataques contra las fuerzas de seguridad en la zona periférica de esta zona montañosa.

En los últimos meses ha sufrido un proceso de escisión, después de que varios de sus integrantes juraran lealtad al grupo yihadista Estado Islámico.

Las autoridades tunecinas anunciaron la muerte de Abdesalem Rehimi durante la jornada del lunes, afirmando que se trataba de un alto cargo local de Estado Islámico. La operación fue llevada a cabo en Kasserine y se saldó con otros seis detenidos.

La provincia, ubicada cerca de la frontera con Argelia, ha sido escenario de numerosas operaciones antiterroristas en los últimos meses, especialmente en varias zonas montañosas de la misma.

Túnez y Argelia comparten una frontera porosa utilizada habitualmente por contrabandistas y que ha sido usada en los últimos meses para la infiltración de combatientes y armamento.

El presidente de Túnez, Beyi Caid Essebsi, aprobó a mediados de mayo una orden para extender otros tres meses el estado de emergencia decretado en el país en noviembre de 2015.

El estado de emergencia fue declarado el 24 de noviembre de 2015, después de un atentado contra un autobús de la Guardia Presidencial en la capital, Túnez, y desde entonces ha sido extendido en numerosas ocasiones. La última de ellas tuvo lugar el 16 de febrero de este año.

Esta medida excepcional, que ha ido siendo prorrogada por plazos de varios meses desde entonces, amplía las competencias de las fuerzas tunecinas y limita ciertas libertades en aras de la seguridad.

Desde el levantamiento de 2011 contra el presidente Zine el Abidine ben Alí, la democracia tunecina ha sido vista como un modelo para la región, pero los milicianos islamistas son uno de los mayores retos para Chahed, quien asumió el cargo el 5 de septiembre.

Más de 3.000 tunecinos se han sumado a la lucha de Estado Islámico en Siria y en Irak, lo que ha hecho saltar todas las alarmas en Túnez ante la posibilidad de un retorno que tendría Libia como paso intermedio.

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