Afganistán.- La UE pide a Karzai que acepte una segunda vuelta electoral

Actualizado: lunes, 19 octubre 2009 19:46

La OTAN quiere un gobierno "creíble y responsable" en Kabul

BRUSELAS, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

La presidencia sueca de la Unión Europea ha pedido este lunes al presidente de Afganistán, Hamid Karzai, que acepte la celebración de una segunda vuelta electoral si los resultados de las presidenciales del pasado 20 de agosto "apuntan en esa dirección".

"Si los resultados apuntan que es necesaria una segunda vuelta, debe celebrarse una segunda vuelta", dijo el ministro sueco de Asuntos Exteriores, Carl Bildt, en rueda de prensa en Bruselas junto a su homólogo ruso, Sergei Lavrov.

La Comisión Electoral de Quejas (EEC), el organismo apoyado por la ONU encargado de investigar los supuestos fraudes cometidos en las elecciones presidenciales afganas, llegó a la conclusión de que Karzai no obtuvo el porcentaje de votos suficiente para ganar en primera vuelta.

Por lo tanto, Karzai podría verse obligado a enfrentarse en segunda vuelta a su principal rival, el ex ministro de Asuntos Exteriores Abdulá Abdulá, al no haber alcanzado el 50 por ciento mínimo de sufragios necesario pese a que los primeros resultados oficiales le concedían más del 54 por ciento de los votos.

Bildt subrayó igualmente la necesidad de que "todos los participantes" en el proceso electoral respeten "todas las etapas del proceso acordado", incluido el trabajo de la Comisión Electoral de Quejas y de la Comisión Electoral Independiente (IEC), que deberá tomar la decisión definitiva sobre los resultados electorales tras haber recibido el informe de la ECC.

La Comisión Electoral Independiente está controlada por los partidarios de Karzai, pero los analistas han advertido de que legalmente está obligado a aceptar el veredicto de la Comisión de Quejas. De hecho, el propio Karzai reconoció que en las elecciones se habían registrado casos de fraude aunque dijo que no habían sido a gran escala y no era necesaria la celebración de una segunda vuelta.

La Unión Europea había detectado numerosos fraudes y Estados Unidos ha anunciado que no tomará ninguna decisión sobre el envío de más tropas al país en tanto no se solucione el problema político. Mientras, el embajador afgano en Estados Unidos, Said Tayeb Jawad, reconoció la semana pasada que era "probable" que se celebrase la segunda vuelta, pero advirtió de que será "imposible" hacerlo en el plazo de dos semanas exigido por la Constitución a partir de la certificación oficial de los resultados.

En todo caso, aplazarlo hasta la primavera sería "un desastre", según el embajador, que habló de que los comicios se celebren en el plazo de un mes para no prolongar la incertidumbre.

Por su parte, Lavrov destacó que Rusia no quiere que los esfuerzos internacionales en materia de seguridad en Afganistán "fracasen" y aseguró que Moscú está haciendo "todo lo que puede" para colaborar.

A su juicio, el fracaso de la comunidad internacional en Afganistán significaría que los problemas ligados al terrorismo internacional, el tráfico de droga y el crimen organizado "empeorarían" en la región de Asia central y en Rusia. "Por eso" --dijo-- "estamos haciendo todo lo que podemos para apoyar a las fuerzas de seguridad internacionales, cuyo mandato fue aprobado por el consejo de seguridad de la ONU".

UN GOBIERNO AFGANO "CREÍBLE Y RESPONSABLE"

Mientras, el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, admitió durante un encuentro con la prensa que el proceso electoral afgano y la sombra del fraude es una cuestión que preocupa a la OTAN pero pidió que se deje gestionar el proceso a las autoridades afganas y a las instituciones que se han establecido.

En todo caso, destacó que es "de la mayor importancia" para la comunidad internacional tener la seguridad de que cuenta con un gobierno "creíble y responsable" en Kabul, capaz de proporcionar a los afganos los servicios básicos.

En este contexto, Rasmussen dijo compartir la visión del general norteamericano Stanley McChrystal, comandante de las fuerzas extranjeras desplegadas en Afganistán, acerca de que los afganos tienen que ser lo "suficientemente fuertes" como para hacer frente a la insurgencia por sí mismos.